Pero además, los expertos en vivienda tampoco creen que solucione el gran problema para cuya solución, en teoría, fue elaborado el decreto. Porque, como coinciden, no logrará frenar el alza del precio de los alquileres. «Tendría que haber un parque de vivienda pública -dice Carlos Javier García Galán- con el que poder intervenir en el mercado para regular los precios. Además, debería acompañarse de estímulos fiscales para arrendatarios y arrendadores».
Fijación de precios máximos
La elaboración de una política de vivienda pública mantenida en el tiempo que no acabe dejando en manos de los fondos de inversión inmuebles construidos con dinero público es también, para José García Montalbo, la mejor fórmula para garantizar el acceso a una casa. «Esas viviendas nunca deberían salir al mercado libre. Pero eso solo ocurre en el País Vasco», explica. Además, al igual que el resto de expertos, es escéptico con las políticas de fijación de precios máximos. «No son políticas nuevas. Las había ya en el Reino Unido en 1910, las hemos analizado y son ineficientes. Generan muchos problemas. Más recientemente se ha visto también que el experimento de París acabó mal. El de Berlín tampoco fue bien y, de hecho, están ahora modificando todo el modelo».