La jungla de las zapatillas

Pedro José Barreiros Pereira
P. Barreiros REDACCIÓN / LA VOZ

MERCADOS

Gary A. Vasquez

La NBA vuelve a despertar un interés masivo y las principales marcas pelean por calzar a las grandes estrellas. Nike domina un mercado en el que acaban de entrar con fuerza Puma, New Balance o Under Armour

03 ene 2020 . Actualizado a las 12:09 h.

Sin el glamur de las de París, Londres o Milán, pero las canchas de la NBA se han convertido en una pasarela en la que las grandes marcas libran una encarnizada batalla por el dominio del mercado de las zapatillas deportivas, una prenda que trasciende a la ropa de hacer deporte y hace tiempo que se considera un producto global de consumo masivo. El interés de las firmas por aprovechar la popularidad de LeBron James, Stephen Curry o Kevin Durant para aumentar sus ventas puede parecer lógico, pero proporcionar calzado a alguna de estas estrellas nunca había estado tan cotizado. Estos tres jugadores, los mejor pagados del baloncesto estadounidense, ingresan más por publicidad y patrocinios que por jugar en sus equipos.

El negocio de la NBA atraviesa su mejor momento. Su facturación anual supera los 6.000 millones de dólares y el gran seguimiento con que cuenta en las redes sociales o en las televisiones de pago no ha pasado desapercibido para las más importantes marcas deportivas. Hace solo unos días, la espectacular lesión de Zion Williamson, la gran estrella del baloncesto universitario estadounidense y al que muchos señalan como número 1 del draft de este año, después de que su calzado se rompiera en un partido al que asistía el mismísimo Obama, destapó la disputa soterrada por este mercado entre Nike y Puma. La imagen de la zapatilla reventada fue aprovechada precisamente por esta para sacar rédito de la situación. «Esto no le habría pasado si hubiera llevado unas Puma», soltó la empresa alemana en un tuit que más tarde borró. Las acciones de la multinacional del swoosh llegaron a caer más de un 1 %, mientras en Estados Unidos se ha abierto un acalorado debate sobre las condiciones en que se compite en las ligas menores y hasta si el propio Williamson debe volver a jugar esta temporada o dejar de hacerlo para no comprometer un futuro contrato multimillonario. 

El dominio del «swoosh»

Nike marca tendencia en las canchas desde que en los noventa unió sus caminos con Michael Jordan. Entre la matriz y la firma creada a partir del icónico jugador cuenta en sus filas con cerca del 75 % de todos los jugadores. Actualmente, tiene en nómina a LeBron James, Kevin Durant, Anthony Davis, Russell Westbrook y Kyrie Irving, entre otras muchas estrellas. Adidas, el segundo fabricante, no alcanza el 20 %. Luego se sitúa Under Armour, con cerca del 5 %. El resto de los jugadores se los reparten insignias menos conocidas como Li-Ning, Anta Sport, Q4, Peak, Big Baller Brand o Perception, fundada por el actual base de los Brooklyn Nets Spencer Dinwiddie.

El panorama se ha revuelto aún más en los últimos meses, a raíz de la entrada en escena de Puma y New Balance. La primera, que el año pasado volvió a fabricar zapatillas de baloncesto tras veinte años sin hacerlo y acaba de convertirse en socio oficial de calzado de la NBA, se ha hecho con varios de los debutantes más prometedores de este curso. Mientras tanto, la segunda, que ha firmado a Kawhi Leonard, estrella de los Toronto Raptors, protagoniza un caso nunca visto en la NBA, pues ha firmado a un jugador, Darius Bazley, de 17 años, que no entrará en el draft hasta el próximo mes junio y, hasta entonces, trabajará de becario (muy bien pagado) en las oficinas centrales de la compañía. Camino contrario a ambas parece seguir Adidas, que tras dejar de vestir a las 30 franquicias de la liga la temporada pasada (en un acuerdo de 125 millones de dólares, casi 110 millones de euros, durante los próximos ocho años que ahora ostenta Nike), no ha renovado a alguno de los jugadores que finalizaban contrato con la empresa y tampoco trató de fichar a muchos de los rookies del 2018. 

Diseño y tecnología

Con tanta competencia hay un ganador claro: los deportistas. La NBA atraviesa por un buen momento en cuanto a talento individual, por lo que sus estrellas pueden exigir a la hora de elegir patrocinador. La contraprestación económica no siempre es la principal razón. La garantía de un desarrollo tecnológico, así como la capacidad que las estrellas puedan tener a la hora de influir en el diseño, cobran mayor protagonismo cada vez. No hay que olvidar que desde esta temporada se permiten zapatillas de cualquier color. La NBA ha levantado el pie en sus históricas restricciones, como que este calzado debía tener un mínimo de 51 % de blanco o negro, además de compartir color con la equipación. Aunque esto se fue flexibilizando con el paso de los años y, sin ir más lejos, la pasada campaña LeBron James utilizó 51 modelos diferentes de sus Nike LeBron 15.

Otro caso es el de Klay Thompson, quien optó por unirse a una firma desconocida por el gran público, la china Anta Sport, y en más de una ocasión no ha dudado en expresar su satisfacción por utilizar unas zapatillas de un precio más ajustado que el de la competencia. «Hay algunos modelos que cuestan 250 dólares. Si tienes hijos, eso es mucho para unas zapatillas de baloncesto», defendió en una ocasión.

Claro que algunos lo tienen más fácil que otros para atraer patrocinios. Michael Jordan y Kobe Bryant marcaron tendencia para las últimas generaciones no solo por su éxito y carisma, sino porque el aficionado medio se identificaba con ellos. Ahora, de nuevo, exteriores como Curry, Kyrie Irving, Damian Lillard, Derrick Rose o James Harden figuran entre los más cotizados, pues los consumidores se ven más reflejados en ellos que en jugadores de más de 2,10 metros. La batalla en la jungla de las zapatillas de la NBA está más discutida que nunca. Estos son los salarios por publicidad de las principales estrellas de la NBA:

Lebron James: 53.000.000 €

Nike pagará de por vida a su estrella en el considerado como el mayor contrato publicitario de la historia.

Stephen Curry: 42.000.000 €

El base de los Warriors calza Under Armour, una firma con apenas 20 años de existencia.

Kevin Durant: 35.000.000 €

El contrato con Nike reportará 300 millones hasta el 2024 al mejor jugador de las dos últimas finales.

Giannis Antetokounmpo: 19.000.000 €

Nike renovó a la estrella de los Milwaukee Bucks tras ofrecerle fabricar su propia línea de zapatillas.

Russell Westbrook: 18.000.000 €

La estrella de los Thunder se destaca como el buque insignia de la marca Jordan de Nike.

James Harden: 17.000.000 €

Adidas encontró en el carismático jugador su estandarte en el difícil mercado de la NBA.