La cruzada de las telecos se recrudece

Sara Cabrero
Sara Cabrero REDACCIÓN / LA VOZ

MERCADOS

MABEL RODRIGUEZ

La portabilidad móvil marcó un récord absoluto en el 2018, con casi 10 millones de cambios de operador. Vodafone y Orange fueron las grandes damnificadas por la guerra del fútbol

10 mar 2019 . Actualizado a las 05:06 h.

La guerra que mantienen abierta las telecos españolas no para de recrudecerse. De sumar hitos. De firmar récords. La portabilidad -el cambio de una línea desde una compañía a otra- batió en el 2018 todas las marcas registradas hasta la fecha. Según los datos que maneja la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), un total de 9,8 millones de usuarios decidieron cambiar de operador solo durante el pasado ejercicio. De ellos, 7,5 millones fueron en números móviles y 2,3 millones correspondieron a intercambios en telefonía fija.

Durante el año pasado hubo mucho cambio, pero también algún nuevo número. El parque móvil ganó 53.230 líneas en el mes de diciembre, lo que elevó el número total de conexiones en España hasta los 53,4 millones, un 2,8 % más. Es decir, en el país hay ya casi siete millones más de celulares que de ciudadanos.

Dicen los estudios del regulador que los tres principales operadores -Movistar, Vodafone y Orange- acapararon el 79,5 % del total de líneas móviles del mercado. Pero si se mira con detenimiento la letra pequeña del informe, las cosas no les van demasiado bien a los grandes del sector. En tan solo un año, la cuota conjunta de esta tríada telefónica se ha reducido en 2,5 puntos.

Si no hay Champions, Liga y demás competiciones de por medio, los españoles no están dispuestos a casarse con ninguna de las compañías. Son infieles hasta a los más grandes. La guerra del fútbol ha ido marcando los ritmos del sector. Y ha obligado a muchos operadores a tirar de precios o directamente de ingenio para retener en sus carteras de clientes al mayor número posible de usuarios.

No todos han salido airosos. Algunos, de hecho, todavía tratan de lamerse las heridas de la pelea librada el pasado año. Porque esta cruenta batalla ya se ha cobrado sus primeras víctimas. Vodafone y Orange cerraron el pasado ejercicio con un récord del que poco o nada pueden presumir. Ambas fueron las compañías más afectadas por el robo de clientes. La empresa naranja y la roja, segunda y tercera del mercado respectivamente, cerraron el 2018 con un saldo negativo de aproximadamente 905.000 clientes.

Los meses de agosto y septiembre fueron los que más lastraron las cuentas de Vodafone. La filial de la compañía británica perdió en solo dos meses 150.000 líneas de móvil y 70.000 de Internet. Una abultada migración que coincidió con el inicio de la temporada futbolística, después de que la operadora anunciara su decisión de renunciar a emitir el Partidazo de la Liga y las competiciones europeas.

Orange no puede mirar orgullosa a sus datos. Pero sin duda es Vodafone la que más debe analizar las cifras. Los rojos vieron cómo cerca de 550.000 clientes del segmento móvil se pasaban sin tapujos a la competencia. Tampoco las líneas fijas invitan a la celebración, porque en este segmento también perdieron, en concreto, 120.000 contratos. La pérdida de los naranjas no fue tan acusada. Se quedaron sin 355.000 contratos móviles, mientras que las líneas fijas les permitieron aliviar un poco la sangría. Ganaron 33.000.

Telefónica también cerró el año con un saldo negativo de portabilidad en clientes móviles. Aunque, eso sí, la cifra fue mucho menor. Un total de 28.000 clientes del operador optaron por pasarse a la competencia.

El vencedor

Las cifras lo demuestran. En esto de la telefonía, el David del sector de las telecomunicaciones ha conseguido vencer a los tres Goliath.

MasMóvil ha ido haciéndose un nombre en el mercado con poco ruido y muchas nueces. Ya es el cuarto operador español. Y el año pasado se convirtió, sin duda, en el gran vencedor. A pesar de que su carta de presentación para el 2018 no incluía ninguna oferta de televisión diferente a la de sus tres competidores directos, el operador fue capaz de arrebatarles 600.000 líneas de móvil y 272.000 de fijo e Internet.

La compañía que dirige el austríaco Meinrad Spenger supo jugar sus cartas. Tiró de estrategia low cost y, a través de sus principales marcas (Yoigo, Pepephone, MásMóvil y LlamaYa), consiguió convencer a una importante cartera de clientes. Sus agresivas campañas de reducción de precios fueron determinantes.

En este escenario, las telecos ya advierten de que, si se mantiene la tendencia de los últimos años, los daños pueden ser irreparables. Parece que empiezan a estar dispuestas a sentarse para llegar a un pacto. Bajar un poco las armas para que la sangre no llegue al río.