Mimar el cuerpo y enriquecer la vida social sin salir del gimnasio

Rosa Estévez
R. Estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

MERCADOS

MARTINA MISER

10 feb 2019 . Actualizado a las 04:45 h.

«Desde que nos jubilamos, venimos al gimnasio. Hacemos una hora en la sala, y pasamos otro rato en la piscina». Francisco y su mujer van prácticamente a diario a las instalaciones de Serviocio en Vilagarcía. No son un caso único. Porque en este centro deportivo, el 19% de los usuarios tienen más de 65 años de edad. Lo cuenta Javier Magariños, el director de unas instalaciones en las que la presencia de personas mayores no para de crecer desde hace años. «Es una tendencia muy clara. Cada vez, la gente quiere cuidarse más. Y cuando dejan la vida laboral activa, apuntarse al gimnasio es algo que hacen mucho. ¿Por qué? Por un lado porque se cuidan, se sienten más saludables. Y por el otro, porque socializan. Charlan, se toman un café al salir...». Y todo sin prisa.

En el gimnasio de Vilagarcía, el horario de mañana es patrimonio de los mayores. Así que es ahí donde se concentra la oferta más específica para este perfil de usuario. «En general, hemos ampliado la oferta de cursos y la hemos concentrado mucho en esas horas en las que ellos vienen». Se les ve subidos a las bicicletas, a la cinta de andar, o entrando y saliendo de las clases de yoga. También en la piscina, porque las clases en el agua causan furor entre los deportistas de más edad. «Hay mucha gente que no sabía nadar y que ahora que han acabado su vida laboral, que tienen tiempo, se lo marcan como un reto. Así que hay muchos en los cursos de iniciación, o en gimnasia de mantenimiento».

Asegura el director de la piscina y el gimnasio de Vilagarcía que este tipo de usuarios exige también una modulación de los monitores. Para estos, asegura Magariños, es «muy emocionante trabajar con este tipo de perfiles». Puede que rindan menos en las máquinas, pero su esfuerzo y su empeño resultan gratificantes. «Y ver, sobre todo, cómo mejora su calidad de vida, cómo se esfuerzan para estar mejor», explica Magariños.