Dart, la «spin off» que mide al milímetro las dosis de radioterapia

Tamara Montero
Tamara Montero REDACCIÓN / LA VOZ

MERCADOS

PACO RODRÍGUEZ

Surgida en la USC, sus promotores han diseñado un ambicioso detector que tiene mayor precisión gracias a la tecnología de cámaras de ionización fría

08 ene 2019 . Actualizado a las 14:06 h.

¿Por qué no vendéis esto? Es la pregunta que se repitió en varios congresos a los cuatro promotores de Dart, acrónimo de Detection and Radiation Technologies. «Esto» es un detector que mide en tiempo real y con precisión milimétrica la dosis de radioterapia que se envía a un paciente. «Desenvolvimos unha tecnoloxía, que é a tecnoloxía de cámaras de ionización líquida, que é un pouco diferente á máis estendida de sistemas de dosimetría», explica Faustino Gómez, profesor de Física Médica en la Universidade de Santiago con más de 20 años de experiencia en el ámbito de los detectores de radiación y la dosimetría y uno de los promotores de la spin off de la USC que nació en el 2014 para poner en el mercado su sistema, que consigue detectores más pequeños, con lo que «temos máis capacidade de resolución espacial. Vemos máis detalle». El detector desarrollado por Dart es muy ambicioso. Compuesto por 2.000 canales, «aínda hoxe sería o de máis canais do mercado».

«Nós facemos investigación aplicada, co que faciamos prototipaxe, prototipos de cousas con aplicacións para casos reais no ámbito da radioterapia», explica Diego González, director técnico del laboratorio de radiofísica de la USC y otro de los promotores junto con Faustino Gómez, Juan Pardo (investigador Miguel Servet del Sergas) y Aurelio Vázquez. «Un dos esforzos que fixo Dart foi intentar que un destes prototipos, que era unha idea moi boa, chegase ao ámbito comercial, que é a maior dificultade que tivemos». Esa y, aunque suene raro, encontrar también quien lo certifique, porque el mercado «agora está saturado por un cambio de normativa e moitas das axencias certificadoras non podían».

Mientras se soluciona ese cuello de botella, la firma está «diversificando» y embarcándose en un nuevo proyecto en colaboración con una empresa alemana. Dart ha abierto una nueva línea en el ámbito de las nuevas máquinas de radioterapia, que combinan la resonancia magnética con el acelerador de electrones. «Non existe agora mesmo ningunha máquina en España -explica Gómez- pero é unha modalidade que comezará a implantarse a nivel mundial nos próximos anos». La máquina permite a los facultativos obtener la imagen del paciente en tiempo real al tratarlo. La resonancia, a diferencia de otras imágenes radiográficas, aporta una identificación mucho mejor de tejido blanco, con lo que el objetivo es ver mejor el tumor y ser capaces de delimitar con mayor precisión la zona de tratamiento.

El papel de Dart no está en el desarrollo de la máquina en sí misma, sino en la aplicación de su tecnología dentro del control de calidad. «A dificultade con resonancia é ser quen de facer todo iso cun campo magnético que é moi elevado», explica Gómez.

Esos son básicamente los dos proyectos en los que ahora trabaja la spin off compostelana, «pero temos máis posibilidades», subraya González, como puede ser la imagen para control de producción en un ámbito industrial, aunque los proyectos concretos todavía están en fase de tesis doctoral dentro del grupo de investigación, y quizá llegue a transferirse. «A experiencia que se adquiriu pódese empregar para industria alimentaria, para automoción, incluso para aeroespacio».

colaboración amplia

Lo cierto es que los promotores de Dart colaboran con muchas empresas, pero «ás veces está mesturado o que é I+D e a empresa, que ten que vender produto ou servizo». Por ejemplo, el grupo de investigación trabajan en el laboratorio en el que se calibran aproximadamente la mitad de todos los instrumentos de radioterapia de España. Además del sector médico, hacen ensayos de resistencia a la radiación de equipos e instrumentación del sector aeroespacial. Por ejemplo, la misión Rosetta -que se lanzó en el 2004 y culminó en el 2016 tras estudiar durante dos años el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko- pasó por la Universidade de Santiago, así como instrumentación de misiones a Marte del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial español.