«Los empresarios más hábiles se adelantan»

Gladys Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

MERCADOS

Nuria Cancela

09 dic 2018 . Actualizado a las 04:45 h.

Cada vez hay más abogados que se especializan en delitos informáticos, pero pocos que se dediquen a ello de forma diaria. Es el caso de Luis Jurado. «La demanda es cada vez mayor por parte de las empresas, pero también por parte de otros abogados. Recurren a nosotros para entender estas situaciones y dar una mejor respuesta a sus clientes».

En su despacho de A Coruña se repiten frases como «siempre hemos trabajado así» o «yo de esto no sé». «Si después ocurre un ataque informático, les viene un baño de realidad que puede hacer peligrar la estabilidad de su negocio. Solo los empresarios más hábiles deciden adelantarse y poner el parche antes de que algo suceda».

La estafa llevada a la red es la protagonista de los principales casos que gestionan. «Desde el phishing masivo, haciéndose pasar por correos de bancos o aseguradoras, hasta ataques dirigidos a altos cargos de la organización. El ramsonware, en el que un malware cifra todos tus archivos y puede paralizar una empresa, también es habitual. Los delincuentes usan la poca formación o el despiste de las personas dentro de la organización para efectuar con éxito el ataque». A todo esto hay que sumarle el robo de información. También muy habitual. Ante estos casos, los abogados trazan una estrategia para poder plantear el problema jurídico con éxito. «Contamos con colaboradores especializados en respuesta ante estos incidentes. Sumando todo, se elabora la documentación para presentar en el juzgado. Los jueces, fiscales y fuerzas de seguridad del Estado la valoran de forma positiva. Ayudamos a traducir y comprender el lenguaje técnico. Pasarlo a lenguaje jurídico», explica Luis Jurado, que dice no poder valorar el número de resoluciones de estos delitos en la actualidad «por el miedo de las empresas y particulares a denunciar los ataques sufridos». Y a todo esto hay que sumarla la inmensidad y el anonimato de Internet. «Desde luego, la red facilita mucho la comisión de delitos: por ejemplo, la velocidad para transferir las cantidades robadas de un lugar a otro. Un estafador puede cometer de forma simultánea muchos ataques. Cada víctima puede estar en un país distinto. Si le sumamos la distinta legislación a nivel mundial, los ataques que tienen éxito, comparado con las consecuencias penales para el atacante, hace que les compense sobremanera», sentencia Luis Jurado.

Empresas y otros despachos acuden a este tipo de especialistas