«El turismo científico tiene un enorme potencial en Galicia»

Susana Luaña Louzao
Susana Luaña REDACCIÓN / LA VOZ

MERCADOS

XOAN A. SOLER

Estudió Económicas y al finalizar la carrera se formó tanto en el campo de la comunicación como en el de la innovación, una experiencia que le valió para poner en marcha, a través de la consultoría Faz, el único sello de calidad de turismo científico que existe en el mundo: Observer. Maite Vence es, además, la mejor embajadora y divulgadora de esos destinos gallegos que priman la excelencia.

18 nov 2018 . Actualizado a las 05:08 h.

Maite Vence es de Rodeiro, aunque nació en Suiza, donde estaban emigrados sus padres. Estudió Económicas en Santiago y, al finalizar, realizó un posgrado en comunicación y otro en innovación.

-¿Cuál es su primer contacto con el mercado de trabajo?

-Después del posgrado que hice en Económicas sobre innovación empecé a trabajar en la USC coordinando un programa de emprendimiento en humanidades y ciencias sociales, Social Emprende. Llegó la crisis y me quedé sin trabajo, y fue cuando di el salto a la empresa con un grupo de investigación al que yo ya estaba vinculada. También empecé con la divulgación científica, con un programa en la TVG que se llamaba Base tecnolóxica, dedicado a centros tecnológicos y de investigación en Galicia.

-¿Cómo fue ese salto de la universidad a la empresa?

-Creamos la empresa Faz, cultura e desenvolvemento SL, con el grupo de investigación Galabra, una spin off de la universidad. Yo y otras cuatro personas del grupo pusimos a andar la empresa, al principio, muy vinculada a temas de cultura. Era muy complicado, por eso al final me quedé yo con la empresa, y tras un periplo por Brasil y Cabo Verde desarrollando otros proyectos, reconduje la firma a temas relacionados con la economía y la innovación, la transferencia de tecnología y la divulgación científica. Pensé entonces en desarrollar la tesis y a raíz de eso empecé a estudiar temas relacionados con la economía de la cultura, y el turismo formaba parte de esas lecturas. Iba a hacer un proyecto para la Ribeira Sacra que finalmente no salió adelante, pero que sí me sirvió para encaminar mi objetivo hacia el turismo científico. Vi, además, que había demanda en cuestiones de calidad, por eso me puse a crear una metodología y lo que es ahora Observer, un sistema de certificación para crear modelos de turismo científico en espacios protegidos, que está teniendo un hueco interesante en el mercado, la verdad.

-¿Qué era lo que demandaban, en concreto?

-Había una demanda de nuevos productos en el sector turístico, pero entonces nadie sabía lo que era el turismo científico, pensaban que era una cosa para catedráticos.

-¿Qué es el sello Observer?

-Una acreditación privada como la de las banderas azules. Tienes que hacer las cosas bien para que el mercado te haga caso, tener una cierta credibilidad y hacerte tu propia marca. No existía ningún sello de calidad de turismo científico en todo el mundo, pero lo que yo vi es que podía ser muy interesante porque aquí era algo muy incipiente, se hablaba de astroturismo, de temas relacionados con la geología o con la observación del cielo, pero no existía tal y como lo concebimos ahora desde Observer. Se necesitan personas muy formadas, una planificación, una gestión, una regulación y unos niveles muy altos de exigencia.

-¿Hay un equipo detrás?

-Sí, yo soy la socia principal pero tengo colaboradores en el ámbito más científico, porque necesito expertos en diferentes áreas de la ciencia.

-¿Hay futuro en Galicia?

-Sí, el turismo científico tiene un enorme potencial en Galicia. Tiene muchos recursos naturales, un medio marino estupendo, dos futuros geoparques, la ornitología, la observación de estrellas, la espeleología...

-¿Lo ven empresas y clientes?

-Ahora sí, al principio tenía que hacer labor de evangelización, pero ahora ya no y eso es una buena señal.

Maite Vence hizo de la ciencia una profesión, un negocio y una pasión con la que aprende cada día . | xoán a. soler

Del cocido al pádel y el claqué

No pierde la esperanza de que, cuando un día a alguien le pregunten por una científica, deje de ser Marie Curie la única mujer que se le venga a la cabeza. Ella apuesta por Valentina Tereshkova, la primera que viajó al espacio. «Pero como gran científico de la historia, mi personaje preferido es Darwin, y como científico y divulgador, el nobel de Física Richard Feynman». Darlos a conocer es una de las patas de su trabajo, pero Maite Vence, a veces, descansa: «Me gusta ir a Rodeiro para estar con la familia, donde se come muy bien, y más ahora, que llega el tiempo del cocido. Y por cierto, a mí me encanta cocinar». También es aficionada al pádel, que practica cuando los frentes laborales abiertos le dejan un resquicio. «Y esta semana empiezo con claqué», dice entusiasmada. Un nuevo reto para esta urbanita con orígenes en el rural que lo mismo acude a un museo que se tumba para observar las estrellas o para ver una planta singular en un espacio privilegiado. Porque todo es ciencia y la ciencia lo es todo.

Me gusta viajar; hace unos días estuve en Roma, y Nueva York me encanta. La foto es del pasado verano en la duna Pilat, en Francia»

«Illas Atlánticas y la Cova do Rei Cintolo tienen el sello; ahora lo buscan Ancares y O Caurel»

Observer concede los sellos atendiendo a diferentes categorías: parque nacional, reservas, cuevas, museos...

-Cuántos sellos concedieron desde que empezaron?

-Tenemos siete concedidos. Illas Atlánticas y la Cova do Rei Cintolo tienen el sello; ahora lo buscan Ancares y O Caurel. El parque nacional Illas Atlánticas, que son Cíes, Ons, Sálvora y Cortegada, lo certificamos el año pasado como una reserva de turismo científico Observer. El parque ya tiene una base científica porque los investigadores van allí a trabajar, por lo que se trata también de poner en valor para el público en general esas investigaciones, a mayores de los valores naturales del parque. Observer es, además, un instrumento de desarrollo económico para determinadas áreas, como puede ser ahora Ancares y O Caurel, para desarrollar modelos de turismo que a la vez sean motores económicos, porque se ponen en marcha muchos actores que provocan que se cree economía en esos territorios. Además, se trata de un tipo de turismo de nivel alto y muy sensibilizado.

-¿Cómo lo divulgan?

-El Igape nos acaba de conceder una subvención para crear una plataforma tecnológica en la que vamos a localizar los destinos para que, si tú quieres hacer turismo científico, puedas acceder a la plataforma y ver cuáles son los destinos identificados.

-¿Certifican solo o se encargan también de la gestión turística?

-Lo hacemos también. Estamos con otra fase en el parque nacional que consiste en paquetes turísticos ya específicos. Estamos organizando unos paquetes para el puente de la Constitución que supone una inmersión total en el parque nacional, puedes incluso dormir en las islas en invierno, que antes no se podía hacer, y ofrecemos experiencias de astronomía, geología, medio marino... Todas muy divertidas y participativas. Y estamos trabajando con un operador para hacer paquetes de turismo científico urbano con los principales museos científicos de A Coruña y Santiago.

-¿Y en cuanto a la divulgación?

-Como periodista científica, que es otra faceta que me gusta mucho, coordino la sección Destinos de ciencia en GCiencia, y estoy muy satisfecha.