Eloína Núñez gestiona al año casi 590 millones y coordina una plantilla de 6.500 profesionales. | paco rodríguez
las aficiones que echa de menos
el detalle
Va y viene todos los días de Ourense a Santiago en tren y es, por eso, una gran defensora del servicio ferroviario. Tiene dos hijos mayores y reconoce que criarlos fue más fácil gracias a la ayuda de su marido, que también es médico. «Aunque hay cuestiones que las tiene que resolver la madre, supongo que es más fácil cuando quien falta de casa es el padre». Los chicos ya son mayores, y aunque ninguno hizo Medicina, los dos trabajan en sectores relacionados con la profesión, ya que él es radiofísico y ella, bioquímica. La madre y la tía de Eloína fueron enfermeras, y ella está convencida de que eso influyó en su vocación, como ella y su marido influyeron en las de sus hijos. Tiene, por lo demás, varias aficiones que tuvo que dejar por falta de tiempo: «Me gusta leer, pero ahora no puedo. A veces me llevo lecturas para casa, pero de trabajo. También me gusta el cine, y deporte hago poco, pero me obligo a retomarlo». De joven coleccionaba sellos y monedas, «pero también tuve que dejarlo».
Me gusta la ciudad de Nueva York, a la que viajo en familia cuando puedo porque mi hijo está trabajando allí en un hospital»
«Siempre digo que al sistema universal de salud se aporta por adelantado, con los impuestos»
El presupuesto que gestiona este año asciende a los 589,4 millones de euros en un área sanitaria de la que forman parte 6.500 profesionales que realizan 18.000 consultas diarias, atienden cada día 1.300 urgencias, reciben 116 ingresos hospitalarios y operan a 96 personas en cada jornada. Es, ademas, el único hospital gallego universitario, por lo que al personal ordinario se suman 1.200 investigadores. Se puede decir, por lo tanto, que Eloína Núñez sí es una mujer con poder.
-Hay servicios con problemas enquistados, como urgencias ahora, en época de gripe, o en vacaciones por falta de personal. ¿No es mejorable?
-Todo es mejorable. Los servicios de urgencias son transversales, confluyen todas las especialidades y todas las patologías y no es un servicio que puedas programar. Quizás debería tener una dimensión nacional teniendo en cuenta que es una casuística general. Cuando llega la gripe estamos con urgencias en cualquier comunidad autónoma. En Santiago tenemos un espacio muy justo, eso es verdad.
-Otros problemas: listas de espera y derivación a las concertadas. Les acusan de favorecer la medicina privada.
-Es totalmente falso. A la concertada se deriva lo que hay que derivar, ni más ni menos. En cuanto a las listas de espera, creo que a veces se manipulan los datos. Las patologías menores, unas varices, unos juanetes... pues tienen una espera, no pueden estar en la misma lista que un enfermo de cáncer. Para eso se han hecho las prioridades y la vía rápida. Para el cáncer es un máximo de 30 días y nosotros estamos en los 11 días. Creo que ahí hemos avanzado mucho.
-¿Somos un ejemplo para otros países?
-Vienen a verlo y quedan asombrados, porque el sistema sanitario español es universal y les llama la atención que los pacientes no aporten una parte. Yo siempre digo que al sistema universal de salud se aporta por adelantado, con impuestos.
-¿Duerme bien?
-Sí, ojalá siga durmiendo bien. Cuando hay un problema no se duerme igual, eso es cierto...
-Pero aquí hay problemas todos los días...
-Pero hay que darle importancia a lo que la tiene y en su justa medida. Si me impidiese dormir no debería estar aquí.