Los viejos bonus nunca mueren

Mercedes Mora REDACCIÓN / LA VOZ

MERCADOS

JUSTIN LANE

Wall Street repartió el año pasado 31.400 millones de dólares en bonus; los brókeres cobraron una media de 184.220 dólares, lo que supone volver a los niveles de antes de la crisis

14 oct 2018 . Actualizado a las 05:13 h.

El día que cayó Lehman Brothers, hace de ello ahora diez años, una imagen dio la vuelta al mundo: la de decenas de empleados trajeados abandonando la sede del banco y portando sus objetos personales en cajas de cartón. Acababan de quedarse sin trabajo, pero, curiosamente, no se les veía cabizbajos. Quizás por aquello de que las penas con pan... son menos penas. Y es que muchos de ellos llevaban años amasando jugosos bonus sin reparar en el riesgo que le endilgaban a la entidad con sus operaciones. La cosa era llenarse los bolsillos. Cuanto más y más rápido, mejor. Empezando por el presidente, Richard Fuld, que cuando el gigante con pies de barro se vino abajo acababa de embolsarse casi 35 millones de dólares. No eran los únicos. Aquellas habas se cocían en todos lados.

La crisis que desencadenó la quiebra de Lehman aquel aciago 15 de septiembre del 2008 puso a los banqueros de todo el planeta en el disparadero. Desde la ciudadanía les llovieron las críticas por su responsabilidad en una hecatombe que ahora había que pagar entre todos. Porque ya se sabe, los beneficios se privatizan; pero los riesgos y las pérdidas, se nacionalizan. Es lo que tiene este capitalismo, de cuya refundación tanto se habló entonces y nada se hizo después. Pero esa es otra historia.

Y aunque han pasado ya diez años de aquello, ese resquemor de los sufridos contribuyentes no se ha apagado. Ni mucho menos. Entienden los ciudadanos que los responsables de la crisis que a todos nos arrastró no han expiado sus culpas. Y razón, todo hay que decirlo, no les falta. Ahí van dos cifras para hacerse una idea: la industria financiera fue sancionada con 321.000 millones de dólares (algo menos de 275.000 millones de euros) por los abusos, mientras que la Reserva Federal tuvo que movilizar 12,6 billones para estabilizar el sistema, el equivalente al 80 % del PIB estadounidense del 2007. Ahí es nada.

una recuperación desigual

Pero no es solo eso. El malestar proviene también de la habilidad que están demostrando los profesionales de las finanzas para sacar réditos de una recuperación económica que en muchos hogares ni siquiera huelen. No van desencaminados. Ahí van otras cifra: el año pasado Wall Street repartió 31.400 millones dólares en bonus. Tocaron a una media de 184.200 dólares por cabeza. El salario medio, bonus incluido, de un bróker fue de 423.000 dólares. Que es tanto como un 13 % más que en el 2016, aunque todavía no llegue a los niveles en los que se movía en los años 2007 y 2008, cuando superaban los 450.000 dólares (actualizados con la inflación).

Menos plantilla

Aunque, eso sí, ahora son menos los que cobran esas cantidades de vértigo para cualquier mortal. La plantilla de Wall Street es en estos momentos un 6 % inferior al pico del 2007.

Con todo, diez años después de que sus desmanes sumieran al mundo en una de las peores crisis que se recuerdan, en Wall Street siguen contando los ceros de sus bonus. Así que, motivos para el enfado, después de haber atravesado una crisis de órdago, en la que se han perdido millones de empleos por el camino en todo el mundo y laminado -y mucho- los salarios, habelos, hainos.