Álex de la Fuente habla con una pasión contagiosa. Tras una hora de charla con él, no resulta difícil entender por qué Nasasbiotech ha despertado tanto interés.
-La empresa tiene sede en A Coruña pero están en el Clínico de Santiago, ¿por qué?
-La sede está en A Coruña a modo de agradecimiento al apoyo de la Fundación Barrié, pero por el tipo de muestras que trabajamos, de pacientes, y la necesidad de estar en permanente contacto con los oncólogos, necesitamos tener como espacio físico de trabajo el Clínico de Santiago. El flujo de información con los oncólogos es clave para avanzar.
-Han sido unos valientes.
-Hubo un momento, cuando se desarrolló el proyecto, que teníamos dos opciones: una era madurar la tecnología y licenciársela a una farmacéutica para que termine de desarrollarla, que es lo que hacen muchos investigadores quizás porque no estamos acostumbrados a liderar todo el proceso. Pero en nuestro caso nos juntamos un grupo de investigadores que somos un poco echados para adelante, y además teníamos el respaldo de la Fundación Barrié, que es clave porque cuando formas un equipo de estos necesitas la parte científica pero también una centrada en la visión de negocio y legal.
-¿Cuál es el perfil de los profesionales de la empresa?
-Somos distintos y eso es bueno. Hay dos perfiles claros, uno científico y otro económico. Pero incluso en el científico hay una variedad de cualificaciones muy positiva.