La empresa nació de la unión de cinco emprendedores con entre 20 y 30 años de experiencia en el sector; elaboran cada día 70 kilos de producto
09 sep 2018 . Actualizado a las 05:11 h.La experiencia de entre 20 y 30 años en la elaboración de bombones artesanos unió a Isabel Iglesias, María José Trabazo, Andrés López, Emilio Núñez y Jorge Parajuá cuando se quedaron en el paro. Decidieron poner en marcha su propio negocio, Chocoart, un obrador artesano de bombones de autor, en el que también preparan diseños con chocolate a la carta. Empezaron hace cinco años, cuando los despidieron de otra conocida empresa del sector. Crearon una cooperativa y desde una nave del parque empresarial de O Ceao, en Lugo, distribuyen por toda Galicia, Asturias, Cantabria, León y Madrid, entre otros puntos, los 70 kilos diarios de producto que elaboran en sus instalaciones. En Galicia en su actividad apenas tienen competencia.
En estos cinco años han ido creciendo, despacio, según reconocen, pero sin pausa, e incorporando nuevos tipos de bombón cada año. Empezaron, en octubre del 2013, con tres especialidades -las cerezas del Jerte con coñac, elaboradas una a una, después de un proceso de maderación de seis meses, es una de ellas- y ahora tienen a disposición del mercado 77 referencias. Algunas las diseñaron especialmente para sus clientes y proveedores. La última, el bombón de queso de Cabrales, que comercializan, con éxito, en confiterías y tiendas gourmet de Asturias, después de la acogida obtenida con el de sidra en este mismo mercado. Para el gallego diseñaron, entre otras, una variedad elaborada con licor café.
«Estamos preparados para hacer casi cualquier tipo de bombón que nos propongan los clientes -señalan-, pero antes de aceptar los pedidos hacemos pruebas para comprobar que la idea es viable y si no lo es, no seguimos adelante», explica Emilio Núñez.
Según Andrés López, otro de los cooperativistas, el éxito del producto está en la calidad de la materia prima -el cacao es una selección de las principales zonas productoras y no emplean grasas añadidas-, en la experiencia que aporta cada uno, con entre 20 y 30 años, y en la pasión que transmiten cada día a un trabajo artesano.
Los bombones de Chocoart, que carecen de aditivos y colorantes artificiales, figuran todos los años en el listado oficial de productos recomendados por la Federación de Asociaciones de Celíacos de España, lo que supone una garantía de que no contienen gluten. Desde hace algo menos de un año también incorporaron estuches con la variedad sin azúcar añadido y están investigando para sacar un producto sin lactosa para cubrir otro segmento del mercado, el de los intolerantes a este disacárido.
Chocoart en ningún momento se ha planteado hacerle frente a las multinacionales del sector. «Sabemos que no podemos competir en precio. Nuestra fortaleza precisamente está en la calidad de un producto que hacemos de forma artesanal y que supone que cada pieza sea diferente, porque el proceso es manual y apenas está automatizado. No podemos renunciar a la calidad porque perderíamos nuestra esencia », arguye Isabel Iglesias, la presidenta de la cooperativa. Chocoart tampoco se ha planteado, de momento, incrementar una plantilla que está solamente formada por los socios. En el futuro, si lo necesitan, lo valorarán.