La futura moto viguesa es 100 % eléctrica, se puede cargar en cualquier enchufe y tiene 1+2 ruedas
25 jun 2018 . Actualizado a las 12:29 h.Tienen entre manos un producto único. Lo creen firmemente y la experiencia que le aporta su empresa «madre» así lo avala. Son VMS Automotive, una spin out del Grupo Marsan, referente en el sector de la automoción en España. «Nacimos con el objetivo de desarrollar un proyecto de moto de tres ruedas. Un vehículo 100 % eléctrico, fácil de conducir y muy seguro», explica Francisco Doblas, al frente de la dirección general.
Este equipo, formado por nueve personas, acaba de terminar el cuarto prototipo de su scooter. «En aspectos como la geometría y la dinámica estamos muy cerca del producto final. Al mismo tiempo estamos finalizando el estilo de la moto. A finales de verano, principios de otoño, podríamos presentarlo. Después ya habría que ver si tiene el interés que esperamos para poder poner en el mercado las primeras unidades en el 2019».
Esta futura moto viguesa se va a diferenciar de sus competidoras por varios aspectos. El primero: es 100 % eléctrica y se puede cargar en cualquier enchufe; además, tiene tres ruedas, 1+2, y cuenta con un sistema de inclinación que permite tumbar la moto de forma natural a velocidades medias y altas, pero que es estable a bajas velocidades. «Es extremadamente fácil de conducir. De hecho, no va a requerir licencia de motos. Creemos que cualquier persona con miedo a caerse se sentirá cómoda».
La idea de este producto salió de Marsan. También tiene relación con el sistema de balanceo, que ya estaba patentado a nivel mundial. «El mercado de motos eléctricas, de dos o tres ruedas, aún está por definirse, pero parece que el despegue va a ser inminente. Nuestro producto es seguro, fácil de usar, ecológico y sostenible», comenta Doblas.
El detalle de que la moto de VMS pueda inclinarse no es poca cosa. Uno de los aspectos clave de su vehículo es que, con tres ruedas, pueda tomar las curvas como un scooter de dos. «De forma totalmente mecánica conseguimos un balanceo neutro. Pero nuestra fórmula tiene otra idea al 50 %. Gracias a la electrónica, podemos introducir ayudas a la conducción nunca vistas en una moto. Mecánica y electrónica se unen».
En el desarrollo de esta moto no están solos. La innovación de la automoción gallega es en este caso colaborativa. «Contamos, por ejemplo, con la ayuda del CTAG, el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia. Están desarrollando partes del producto que son claves. Estamos en unos de los sectores, junto con la electrónica de consumo, más innovadores que existen. Si no innovas, estás fuera. Lo que va a pasar con los vehículos eléctricos y después con los autónomos es innovación disruptiva: novedades que van a cambiar radicalmente el panorama», comenta Francisco Doblas, quien explica que los proyectos de innovación en el ámbito del automóvil situarían a Galicia en la cuarta o quinta posición con respecto a otras zonas del país. «Siendo sinceros, estamos en un proceso global. Así que la competencia es global. Todo el sector, desde emprendedores a directivos, necesitamos mejorar para estar a la altura. Todo cambia: los coches se han entendido desde los 50 en USA como un símbolo de estatus y cuanta mayor cilindrada mejor. Ahora, poco a poco, se entiende la movilidad como algo respetuoso y limpio. Un movimiento que ha empezado por el norte de Europa y que está calando poco a poco en el resto del continente».
Proyección informática de la moto de VMS, totalmente eléctrica y con sistemas innovadores.