«Por tradición y tamaño, estamos llamados a un papel importante»

Manuel Blanco REDACCIÓN / LA VOZ

MERCADOS

ANGEL MANSO

Reivindica el protagonismo de los ingenieros de Telecomunicación a las puertas de una revolución sin precedentes. Defiende la capacidad de este colectivo para afrontar e impulsar los profundos cambios a los que asistirá la sociedad a lo largo de los próximos años, al tiempo que destaca la tradición y consolidación de este colectivo en Galicia. Un colectivo acunado en las aulas de la facultad de la Universidade de Vigo, la tercera creada en su momento en España y todo un referente por la calidad de su trabajo

10 jun 2018 . Actualizado a las 05:10 h.

Julio Sánchez Agrelo (Carballo, 1962) está de enhorabuena. Por el trabajo desplegado al frente del COETG en el último año, una labor que empieza a dar sus frutos, y por la victoria de la candidatura que auspiciaba en las recientes elecciones del Colegio Nacional de Ingenieros de Telecomunicación. Experto en redes, de trato afable y notable conversador, Sánchez Agrelo cree que el colectivo al que representa tendrá mucho que decir en el marco de la cuarta revolución industrial, esa en la que el big data y la inteligencia artificial transformarán, dicen los expertos que hasta niveles insospechados, el mundo que conocemos.

-Hace unos días celebraban la Noite das Telecomunicacións, focalizada en esta ocasión en el big data. ¿Era una dedicatoria obligada por el momento actual?

-Uno de los objetivos que teníamos cuando accedimos al equipo de gobierno del colegio era que se empezara a reconocer nuestro papel en el mundo digital. Ahora que todo el mundo está hablando de la transformación digital, parece que a los telecos solo se nos ve en las antenas o en la televisión. Se nos está encasillando en un área y ojo, la informática nació en España a partir de un departamento de la escuela de teleco de Madrid. El año pasado ya le dedicamos la Noite a la ciberseguridad y este año quisimos seguir en esta línea y abordar un asunto tan amplio y complejo como es el big data.

-El colegio ha querido reivindicar el papel del ingeniero de Telecomunicación a las puertas de esta cuarta revolución industrial porque da la sensación de que otras carreras, léase Informática, Física o Matemáticas, estaban capitalizando el protagonismo en este ámbito.

-Está claro que los matemáticos han de estar porque ellos son teóricos de los algoritmos que van a definir este momento. Pero no se debe excluir al ingeniero de Telecomunicación porque la mitad de nuestra formación es informática, matemáticas... Hemos querido reivindicar que no se nos aparte de ahí, o que se piense que ahí solo figuran matemáticos, físicos e informáticos. Nosotros no hemos querido menospreciar a otras profesiones, pero no queremos que nos excluyan. No solo la sociedad, sino también las administraciones a la hora de sacar ofertas de trabajo.

-Porque la base de toda esta revolución será el pensamiento matemático, que es transversal a todas estas carreras.

-Así es. Nuestra carrera es más del 50 % matemáticas, por lo que no queremos que nos encasillen. El ingeniero de Telecomunicación, por su formación, va a tener un papel muy importante en esta etapa. Por su capacidad analítica y de resistencia al fracaso, que es algo que se trabaja mucho durante la carrera, tiene una enorme capacidad de resolver problemas, que es precisamente lo que va a caracterizar esta era.

-Sostienen algunos expertos que en el próximo decenio asistiremos a más innovación que en miles de años de historia por la combinación de potencia computacional, conectividad e inteligencia artificial. ¿Coincide con esta apreciación?

-Sí, coincido. La cantidad de innovación que puede producir un país depende del número de innovadores que puede haber, y esto a su vez depende del potencial técnico al alcance de estos para desarrollar su innovación. Me explico con un ejemplo: si yo tengo una idea en el bar pero no tengo cómo desarrollarla, se quedará en eso, en una idea de bar. Pero si por el contrario puedo llegar a casa y acceder a equipos que me permitan desarrollarla y testarla... Hoy en día ya se pueden contratar 500 procesadores con X capacidad de memoria durante una semana para poner en práctica algo que se me ha ocurrido; antes eso no era posible. Un usuario cualquiera tiene hoy ya más capacidad de computación en su smartphone que yo con los ordenadores con los que trabajé en el proyecto de final de carrera.

-¿Y Galicia qué? ¿Se puede ser competitiva en esta era revolucionaria desde una esquinita del noroeste ibérico?

-Sin duda. Aquí disponemos ya de excelentes comunicaciones, tenemos una escuela de Teleco en Vigo, de Informática, de Matemáticas, de Física... Tenemos talento en definitiva. En esta era no hace falta que el talento esté localizado en un sitio determinado. Si además pudiéramos crear incentivos fiscales como en Irlanda o en las Diputaciones forales, o abaratar incluso el suelo, podríamos ser aún más competitivos. Pero la realidad es que aquí tenemos ya excelentes empresas que demuestran nuestro potencial.

-Hace unos días, en la celebración de la Noite, ponía en valor el nivel de los ingenieros de Telecomunicación gallegos...

-La Escuela de Teleco de Vigo fue la tercera en implantarse en España, y eso no es casual. La comunidad gallega de telecomunicaciones tiene una gran tradición. Es muy potente por lo mismo que explicaba de la investigación, cuantos más haya, más fácil es que algunos destaquen. Por tradición, tamaño y calidad del trabajo, estamos llamados a tener un papel importante.

-¿Y usted cree que la sociedad gallega es consciente de ello?

-La ciudadanía en general no tiene identificado al teleco, porque no somos buenos comunicadores.

-Pues lo llevan en el nombre...

-[Risas] Los hemos debatido muchas veces en el colegio y en las asociaciones profesionales. La sociedad no nos conoce porque no nos damos a conocer adecuadamente. Y de verdad que la gente no sabe el potencial que tiene nuestro trabajo.

-¿De ahí que estén haciendo un esfuerzo por abrirse a la sociedad? Han firmado convenios con colegios y con sectores estratégicos para la economía gallega como el de la automoción o el naval.

-Sí. Queremos mantener y aumentar esta línea de trabajo. Piensa que el Internet de las cosas, con millones de dispositivos conectados, va a necesitar de seguridad, y nosotros vamos a estar ahí. Lo mismo ocurre con el sector industrial, que se va a enfrentar a problemas muy concretos. Es que todo estará conectado. El último casino hackeado en Las Vegas fue por una pecera. Los piratas detectaron que era vulnerable y accedieron al sistema por ahí hasta hackearlo. Los malos tienen mucho tiempo para pensar, mucho dinero e intereses, por lo que queremos hacer ver la importancia de nuestro trabajo, la ayuda que podemos prestar. A muchos sectores, algo que por ejemplo ha quedado en evidencia con la nueva Ley de Protección de Datos.

-En unas semanas cumple un año al frente del COETG, ¿cuál es su valoración?

-Es muy buena pero no estoy conforme, querría haber hecho más cosas. Pero también soy consciente de que con el tiempo que le podemos dedicar desde la junta, teniendo en cuenta que estos no son cargos remunerados, se ha hecho un buen trabajo. Queremos seguir dándonos a conocer a la sociedad, abrirnos a otros colectivos...

No hemos querido menospreciar a otras profesiones, pero no queremos que nos excluyan»

Sánchez Agrelo quiere que el COETG se abra a la sociedad gallega para poner en valor a sus profesionales. | áNGEL MANSO