«No es que la máquina te sustituya, se trata de que aumente tus capacidades»

Tamara Montero
T. Montero REDACCIÓN / LA VOZ

MERCADOS

cedida

20 may 2018 . Actualizado a las 04:45 h.

Alfons Cornellà, especialista en innovación y fundador de Infonomía, cita el estudio de McKinsey al inicio de la conversación para ilustrar que si cualquier trabajo humano se divide en 20 o 30 actividades, la mitad pueden ser realizadas por máquinas. Así que prácticamente todo el mundo se enfrentará a que una parte de su trabajo será automatizado. Pero solo unos pocos trabajos serán completamente automatizados. Un 5 %.

-¿Cuál es la capacidad clave que hay que desarrollar?

-La capacidad de trabajar con máquinas. No se trata de que la máquina te sustituya, sino de que aumentes tus capacidades con el uso de una máquina. La principal competencia que habrá que desarrollar es la capacidad de usar máquinas para aumentar el valor que damos al conjunto de la sociedad. Para mí, el cambio importante es este.

-También hay capacidades solo humanas.

-Después está la capacidad de dar un servicio a un humano. El esquema todavía no está muy claro, pero la idea es que daremos servicios a humanos que una máquina no puede hacer, como uno de psicología o un fisioterapeuta, que tiene una parte importante de empatía. Y finalmente nos dedicaremos a todo aquello que es el día a día de una sociedad: educación, alimentación... Por tanto, es saber dar valor a los humanos. Es una dualidad muy curiosa. Yo me imagino un sistema educativo en el que se da importancia a los dos lados: tener conocimientos técnicos prácticos para reducir el analfabetismo en el uso de las máquinas, pero al mismo tiempo dar capacidades de relación con los humanos.

-¿Cómo se consigue ese cambio? ¿Hay que diseñar un sistema educativo completamente diferente al actual?

-La única alternativa de los humanos en un mundo de máquinas inteligentes es ser más humanos. No tengo la respuesta, pero creo que en lo que hay que trabajar mucho en las próximas décadas es en entender mejor el cerebro humano y entender mejor esas características difíciles de replicar que nos hacen humanos: la creatividad, la empatía, la intuición, la gestión de situaciones complejas, la moral... La educación va en la dirección de la artesanía del humano, como desde el primer momento no se trata de formarlo de acuerdo a un patrón externo, sino de formar el exterior a partir de él.

-Justo lo contrario que se ha hecho hasta ahora.

-No se trata de meter al niño o niña en un molde para que coja la forma de la sociedad, sino de que el talento específico de esa persona sea capaz de cambiar la sociedad que tiene a su alrededor. Esto es un cambio bestial, pero es el único que nos podremos permitir si una máquina es más capaz de hacer cosas que nosotros.

Me imagino un sistema educativo que dé formación técnica y capacidad de relación humana»