Hay, en todo lo que cuenta Fernando, una idea que se repite varias veces en la conversación: las reglas automáticas por sí solas no te van a hacer ganar más dinero si no están bien afinadas. Ahí es donde está la clave y, ahí sí, es donde entra en juego el trabajador, el criterio humano. «Es muy importante que se revisen manualmente los precios, la dinámica de la competencia, para intentar entender qué reglas se deben crear, cuáles son las más adecuadas». Cuanto más inteligentes sean estas instrucciones para actuar, más lo será el sistema. ¿Y a largo plazo? «Llegar a poder predecir el comportamiento de los precios».