«Mis amigos están empleados, pero ninguno ha esperado a que lo viniesen a buscar a casa»
MERCADOS
María Gómez es de O Carballiño y ahora dirige su propia compañía en A Coruña. A pesar de que hace solo cuatro años que dejó la facultad, María Gómez ha tenido un currículo muy activo. Mientras estudiaba creó una empresa con otros compañeros a la que incluso la Universidade de Vigo encargó algún trabajo. Eso le sirvió para darse a conocer y dio el salto a Madrid, donde estuvo algo más de tres años. Allí, en una gran agencia, María tomaba decisiones y se encargaba directamente de los clientes (uno de los más importantes fue Rodilla, compañía a la que asesoró durante el proceso de expansión nacional de la firma). Pero como ella misma reconoce, «quería volver a Galicia» y por eso se decidió por una oferta de trabajo en una firma coruñesa. Sin embargo, después de seis meses no renovó porque sabía que prefería establecerse por su cuenta. Ahora lleva desde noviembre con Do Go, una compañía «pequeña pero en la que ya hago dos o tres proyectos al mes, que también es lo que puedo abarcar». No quiere crecer de forma equivocada y ella dedica mucho tiempo a la investigación antes de entregar un proyecto: «Conocer al cliente es fundamental, pero sin investigación es imposible recomendar algo que tenga sentido».
Sobre su experiencia en la facultad, María defiende la calidad de la facultad gallega: «En Madrid trabajé con gente que había estudiado en la Autónoma de Madrid, o en la Carlos III y me encontré muy por encima». Y sobre la clave del éxito, la ourensana aboga por el esfuerzo y el tesón: «La gran ventaja de esta carrera es que tiene muchas vías, pero también tiene un inconveniente, que exige pasión y tesón, ser espabilado y hacer mucho». Sus amigos, reconoce, «están todos empleados, pero ninguno ha esperado a que lo viniesen a buscar a casa».