«Hemos introducido más frescura en la industria financiera»

Susana Luaña Louzao
Susana Luaña SANTIAGO / LA VOZ

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Licenciada en Derecho, se especializó en regulación financiera, un mundo donde crece la presencia femenina. Los retos de un sector que se está adaptando a los nuevos tiempos apasionan a Gloria Hernández, una ejecutiva que desde Madrid mira ilusionada hacia Galicia, tierra de sus ancestros, porque «creemos que podemos hacer muchas cosas allí»

22 abr 2018 . Actualizado a las 05:09 h.

Toda su familia es gallega, pero su padre trabajaba en Madrid cuando nació Gloria y allí se asentó profesionalmente tras licenciarse en Derecho y especializarse en regulación financiera, un sector que la trasladó temporalmente a Washington, donde cursó un máster en Securities and Financial regulation por la Universidad de Georgetown. Trabajó en la Bolsa de Madrid, en Cuatrecasas como abogada del sector financiero y nueve años en Deloitte, hasta que hace dos, junto con un par de socias y un socio, creó FinReg360, una consultoría financiera en la que están confiando los bancos para adaptarse a los nuevos tiempos.

-¿Por qué los bancos echan mano de su firma para mejorar su imagen?

-Cuando empezamos pensamos en hacer algo distinto, porque el sector financiero se aprecia como algo serio y antiguo, la imagen del banquero es mala y nuestra filosofía es crear una industria financiera mejor. Por eso hemos introducido más frescura en la industria financiera. Es un mundo que está cambiando porque los bancos se tienen que adaptar a la era digital.

-Y usted, además, apostó por las mujeres en un campo tradicionalmente masculino.

-Monté FinReg360 con dos socias más, solo uno de los socios es hombre. Es algo que ya hacía en Deloitte, donde tenía un equipo en el que predominaban las mujeres. Yo es que les hacía las entrevistas y me parecían las mejores. Lógicamente hay que saberse bien la regulación y estudiar. Eso lo puede hacer igual un hombre que una mujer, pero después hay que saber también cómo aplicarlo al cliente. Es necesario escuchar, y las mujeres escuchamos mucho más. Creo que a veces el hombre tiene ideas preconcebidas y por eso escucha menos y para una labor de asesoría, aunque el 90 % de los clientes son hombres, ocurre que lo que quieren es ser escuchados y yo creo que eso lo hacemos mejor nosotras.

-¿La suya es una apuesta personal por el feminismo?

-Soy socia fundadora de Eje&Con, Mujeres Directivas y Consejeras, que creamos a raíz de un máster que hicimos con Promociona, un programa diseñado para mujeres en la alta dirección que, por cierto, va a celebrar un Mentoring walk [caminata de mentoras] en A Coruña.

-¿Fueron difíciles los primeros pasos como emprendedora?

-Tuvo sus cosas, sí... Montamos la primera oficina con muebles de Ikea y acostumbrada como estaba yo a un local en el que había de todo, la primera vez que se nos acabó el papel nos miramos unos a otros preguntándonos que si teníamos que ir al chino a comprarlo, ja, ja. Fue hace dos años; empezamos con dos personas y ahora ya somos treinta y tenemos un local frente al Retiro y unas oficinas que ya se pueden visitar.

-¿Quiénes son sus clientes?

-Bancos, aseguradoras, entidades de pago... Pero tienen que estar sometidas a regulación, no valen chiringuitos financieros, a no ser que su intención sea regularse. Nosotros somos consultores en regulación financiera y, curiosamente, nuestro primer cliente fue el Santander y en Galicia trabajamos con Abanca. Hay una normativa que entró en vigor en enero que regula cómo hay que vender los valores financieros para que los bancos sean más transparentes en comisiones y servicios. Ahora tenemos a cinco personas ayudándoles con los cambios, en los sistemas informáticos y en la formación del personal.

Gloria Hernández quiere abrir una sede en A Coruña, donde ya tiene clientes.

«Los bancos se han subido al tren digital, pero creo que a veces demasiado rápido»

Mi rincón es el molino del tío José en Miño, una vieja propiedad familiar que hemos rehabilitado como vivienda»

FinReg360 está digitalizando el sector financiero, pero Gloria Hernández advierte de los riesgos que conlleva.

-¿No están dejando los bancos de lado a los clientes de más edad?

-Los bancos se han subido al tren digital, pero creo que a veces demasiado rápido. Dentro de veinte años todos usaremos las apps bancarias, pero ahora no pueden dejar atrás a un cliente de 75 años que tiene una brecha tecnológica. En Galicia está pasando también con el cierre de las sucursales en el mundo rural. Lo hacen porque les sale más barato que pagar empleados, pero deben apostar por el multiservicio; todos a veces necesitamos alguien con quien hablar.

-Superada la brecha digital, ¿cuál es el siguiente reto del sector?

-La seguridad. La fuga de datos no se da mucho en los bancos, pero los ataques son cada vez más frecuentes y hay que estar preparados. Otro riesgo es la suplantación de personalidad.

-¿Qué les interesa de Galicia?

-Podemos hacer muchas cosas allí. Abanca es un cliente muy importante y querido y hay empresas interesadas en los sistemas de pago online. Ese es otro reto para el sector, que hoy en día no necesitas al banco como mediador para hacer los pagos, de ahí el riesgo de la desvinculación personal de la banca digital. Google y Apple ya están dando servicios de pago.

carreras madrugadoras para compensar su vida sedentaria

«Me pasé la vida viajando por trabajo y ya me cansé». Por eso ahora, para compensar sus obligaciones sedentarias a las que se suman unas aficiones también tranquilas, Gloria empieza el día con una carrera madrugadora de la que disfruta, sobre todo, cuando está en A Coruña y recorre el paseo marítimo. «Necesito un poco de aire fresco antes de empezar con la locura del día, para mantener la calma». Su familia tiene casa en Payo Gómez y en Santa Cruz, y de las dos disfruta, aunque en esta nueva etapa en la que busca más tranquilidad, su rincón preferido es el molino que rehabilitó su tío José en Miño y en el que la familia comparte estancias cuando puede. Es, además, una apasionada de la ópera; de hecho, está abonada al Teatro Real y es capaz de recorrer el mundo en busca de las mejores ofertas del género. También le gusta leer e ir al cine. Y tiene un deseo: «Queremos abrir un despacho en A Coruña, mi idea es pasar seis meses en Madrid y seis allí».