Una empresa nacida en un garaje guía la senda de la tecnología LED

Laura García del Valle
Laura G. del Valle REDACCIÓN / LA VOZ

MERCADOS

CEDIDA

La compostelana Moonoff opera en 23 países gracias a sus servicios de calidad; la firma desarrolla un sistema de «big data» enfocado al sector de la iluminación

22 abr 2018 . Actualizado a las 05:06 h.

Un ambiente acogedor e iluminado. Es el consejo estándar de los expertos a la hora de recomendar una estancia que incentive la creatividad y la eficacia. Sin embargo, paradojas de la vida, una de las compañías que ilumina calles, centros comerciales, clínicas y gasolineras de medio mundo nació en un oscuro y húmedo garaje gallego - «al más puro estilo americano», comentan desde la compañía-. Corría el año 2011 y la necesidad apretaba a un grupo de jóvenes ingenieros que, tras una tormenta de ideas en las que salieron a relucir diferentes negocios relacionados con el mercado de la electrónica profesional, dieron con la gallina de los huevos: la iluminación LED. «Lo analizamos y nos dimos cuenta de que era un negocio emergente». Y así surgió Moonoff.

Siete años después, Marcos Juncal, director de producto de esta empresa compostelana, reconoce que no se equivocaron. Basta con echar un vistazo a los datos: filiales en Santiago, Barcelona, Miami y oficina en Hong Kong; una facturación (de casi 3 millones de euros) que procede en un 50 % del mercado internacional; y una consolidación de la marca que llegó definitivamente en el 2016 gracias «al lanzamiento de la luminaria de alumbrado público Tesla», un punto de inflexión, asegura Juncal. Permitió «introducir en el mercado una solución de altas prestaciones que se adaptó a diferentes países con requerimientos y normativas diferentes. Esto hizo que la marca se propagase y se reafirmase en el panorama internacional debido al óptimo rendimiento del equipo».

Moonoff sigue a pies juntillas dos lemas que conocen bien los más de cincuenta empleados de la compañía. El primero, «nacidos para iluminar el mundo», resume la filosofía de Moonoff desde el inicio de esta aventura. De hecho, solo un año después del lanzamiento de la empresa se creó la filial de Miami, «por una acción estratégica debido a los lazos comerciales y culturales de los que goza la ciudad con los países latinos», comenta Juncal. Para añadir: «Nos atraía vender a otros países. Lo decimos, somos ambiciosos desde nuestros inicios pero nos gusta hacer las cosas bien». Y aquí entraría la segunda seña de identidad de Moonoff: «Preferimos ganar un cliente que efectuar una venta». Según aclara el director de producto, «tratamos de diferenciarnos desde que diseñamos el producto, pasando por la fase de fabricación, en donde se realiza un control 100 % desde el más pequeño de los condensadores hasta los lingotes de aluminio que usamos en el proceso de inyección. Además, cuando efectuamos la entrega, seguimos en contacto con el cliente para darle soporte a cualquier duda que pueda existir».

Sustitución de luminarias

Con presencia en 23 países, aprovechan el buen momento que vive este tipo de iluminación, pese a las reticencias del pasado tanto por parte de particulares como del sector público y privado. «La mejora del medioambiente es una de las grandes preocupaciones de los gobiernos, así como el ahorro en el consumo energético». Apuntan desde Moonoff que solo en España ya se ha efectuado la sustitución de luminarias tradicionales por aquellas que emplean tecnología LED en más de 80 ayuntamientos. Galicia, según relata Juncal, también vive un momento dulce en cuanto a renovación lumínica y asegura que cada vez hay más competencia. Una situación a la que, más que temer, le hacen frente desarrollando «sistemas IoT o big data enfocado a la iluminación, lo cual será innovador en el sector», culmina Juncal.

El LED vive un momento dulce en Galicia: hay competencia y apenas quedan reticentes al cambio