«Soy creativo, ambicioso y siempre he tenido ganas de aprender». Así se define Manuel Cortizo, un economista pontevedrés, de la cosecha de 1989, que trabaja para Microsoft desde el año 2014. Su vida está en un avión. Se mueve dentro de España, pero también a nivel internacional. Allí dónde son necesarios los servicios de su puesto. Uno de esos trabajos difíciles de comprender de primeras. «Ayudo al canal de Microsoft, nuestros partners y empresas que se dedican a la venta e implementación de soluciones, a adoptar tecnologías cloud. Me centro sobre todo en el Internet de las Cosas, analítica avanzada e inteligencia artificial», explica con detalle.
Para él, estar lejos de casa nunca ha sido un inconveniente. «La movilidad internacional de Microsoft es una de las ventajas. Te puedes mover a cualquier continente o a la sede central de Seattle. Cuando vas al campus, en Redmond, descubres una ciudad».
Mudarse a Estados Unidos de forma permanente podría estar en sus planes. «Me lo planteo dentro del plan de carrera de la empresa, tener la visión de otros mercados, crecer a nivel personal y profesional», explica en medio de un viaje entre Dublín y Zúrich.
Como Technology Strategist, confirma que el ambiente de trabajo en Microsoft es lo que había buscado. «Es estimulante y dinámico. Se nos brindan las herramientas para crecer dentro de la compañía. Los beneficios sociales son muy buenos, los salarios competitivos y especialmente interesante es la flexibilidad horaria. A muchos compañeros de facultad -estudió en la USC- les sorprende. Lo que importa es que realices tu trabajo, cómo gestiones las horas es cosa tuya. Además, tenemos planes de formación individualizados para seguir creciendo».