¿Hasta qué punto llegan los lazos de la alta gastronomía como valor añadido de otro tipo de negocios? El del Pazo de Cea es uno de los ejemplos que hay en la comunidad. Enclavado en Nigrán, es uno de los referentes gallegos de eventos, bodas y celebraciones del sur de Galicia. En sus fogones está uno de sus grandes secretos. Casa Solla, comandada por su chef con Estrella Michelín Pepe Solla, tiene en exclusiva la responsabilidad de la cocina. «Desde el primer momento sabíamos que queríamos ser un estandarte de calidad dentro del sector. Por eso, nuestra asociación con Casa Solla llegó de forma casi natural. Se trabajó mano a mano desde el comienzo con mucha ilusión. La que mantenemos seis temporadas después», apuntan desde el equipo del Pazo de Cea.
Aquellos que les eligen, saben que en sus platos está la firma de Casa Solla, con menús que se adaptan a la necesidad del cliente.
Decenas de grandes eventos al año les avalan. «Desde Solla son los responsables de la restauración. Lo que conlleva la selección del menú, los proveedores y el personal correspondiente. Se mueve y se emplea a mucha gente en función del tamaño del evento». Desde la dirección destacan la importancia de la calidad de sus instalaciones, pero saben que en el nivel de la cocina hay mucho de su éxito. «Tienen un enorme sello de identidad. Aquel que les ha llevado a tener su Estrella Michelín y a mantenerla tanto tiempo. Eso nos hace crecer y mover en cada ocasión un gran capital humano: es cocina, pero también el personal del tren de lavado, los camareros, decoradores, mantenimiento y seguridad, guardarropa y limpieza».