«El 80 % de los anzuelos que hacemos los exportamos»

María Cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

MERCADOS

CARMELA QUEIJEIRO

14 ene 2018 . Actualizado a las 04:45 h.

Es más que evidente que no hay mayor referente en la pesca del palangre que un anzuelo. Gracias a un pequeño instrumento el marinero pesca lo que quiere pescar. Eso es algo de lo que se dio cuenta hace ya más de 35 años Ricardo Pérez, fundador de A Poutada, la única factoría de España dedicada a la fabricación de este pequeño e indispensable aparejo que envían a todo el mundo desde Ribeira. Cada día salen de la factoría más de 500. «El 80 % de lo que fabricamos, lo exportamos a países de todo el mundo. Desde Chile a Perú, Canadá, EE.UU., Sudáfrica, Namibia, Marruecos, Angola, Grecia, Francia, Turquía... Todos los estados con litoral», apunta Francisco Pérez, administrador del grupo e hijo de Ricardo. Este gigante del mundo de los anzuelos, que en poco más de tres décadas ha logrado colocarse al nivel de la centenaria empresa noruega Mustaf, nació del afán emprendedor de una familia dedicada al comercio de efectos navales para la reputada flota del palangre de Ribeira y Aguiño.

«Hace cincuenta o sesenta años en Aguiño había unos 70 barcos pescando merluza. Empezamos surtiéndolos de efectos navales, pero más especializados en el palangre. El problema es que en los ochenta era complicado hacerse con anzuelos de calidad. Entonces pensamos en abrir la fábrica», recuerda Fran. Echó a andar en 1985 y un año más tarde comenzó su internacionalización de la mano de Pescanova. «Los patrones de los palangreros que tenían por Chile eran de Ribeira, sabían que aquí hacíamos buen anzuelo», añade. Y de ese modo el mercado empezó a crecer. Ahora son un referente en el sector del palangre. Su secreto: la especialización y la calidad.