Si hay en el universo empresarial un mundo competitivo, ese es el de la investigación. Una carrera implacable en la que cada día cuenta. Ocurre que mantener la calma en un ecosistema tan voraz, trazar un rumbo y seguirlo con una combinación de paciencia y tenacidad, puede resultar una garantía de éxito. Carme Pampín (O Pino, 1971) podría impartir magisterio sobre el asunto. Esta doctora en Química es la cofundadora y actual CEO de Galchimia, una de las puntas de lanza de la investigación en Galicia, líder en síntesis química en España y todo un referente para la industria farmacéutica. Ella, además, preside el Clúster Tecnolóxico Empresarial das Ciencias da Vida (Bioga). Para ejercer el liderazgo en ambos ámbitos, propone una fórmula que hibrida la asunción de responsabilidades entre los distintos miembros del equipo y la capacidad de disfrutar, una condición esta que reiterará en varias ocasiones durante la mesa de debate.
«Para mín o liderado é conseguir que o equipo co que traballas entenda o obxectivo común que queres conseguir e que ademais o faga disfrutando. Isto vale para calquera ámbito: empresarial, persoal, político... O liderado non é só impoñer, senón que todo o mundo reme», asegura.
Pampín tiene claro, como varios de sus colegas de tertulia, que la transparencia es la clave de bóveda a la hora de dirigir equipos: «Non crear falsas expectativas». Afirma que no todos los miembros de una organización son iguales, por lo que apuesta por modular el discurso en función de las personas, un punto este en el que introduce la clave de la comunicación, vital para conseguir las metas que define el líder. «Hai que traballar moito a comunicación e axudar a xestionar porque hai moitos tipos de intelixencias», arguye. Esta transparencia y vocación de honestidad han tratado de definir sus responsabilidades asociativas al frente de Bioga, en las que, dice, ha tenido que cambiar el rol habida cuenta de que, en el clúster, su relación con los miembros es obviamente distinta que al frente de la empresa que dirige.
La CEO de Galchimia tiene claro que saber delegar es crucial para ejercer un liderazgo constructivo, pero para ello es preciso motivar y lograr que los compañeros asuman también sus funciones, porque en ocasiones surgen ciertos temores. «Nós, ás veces, atopamos con medos a adoptar roles e responsabilidades. Eu sempre lle digo á xente: ‘crees que está ben? Pois faino’. Que non todo caia sempre na dirección, en definitiva».
Una vez adoptada esta filosofía, eso sí, Pampín deja claro que el reto para el líder es respetar a las personas en las que ha depositado su confianza. Y acude al caso concreto de su empresa para ejemplificarlo: «Nós temos unha serie de mandos intermedios e cada un ten a súa forma de exercer o liderado e dalgunha forma tes que respectalo. Hai quen ata ao seu equipo moi corto, quen aposta máis polo ensaio-erro... Iso hai que respectalo dentro duns límites», advierte.
Esos límites de los que habla la doctora en Química vienen determinados por la empresa en la que quiere trabajar, por el espíritu del que ha bebido Galchimia desde que pasó de ser una spin-off de la Universidade de Santiago hasta nuestros días. «Unha das cousas que máis nos preocupan é manter os valores que temos. Temos claro como non queremos que se fagan as cousas».
Para ella, la definición de líder se resume así: «É unha persoa que ten un obxectivo claro e logra que un equipo de persoas diversas e diferentes se alineen para traballar e acadalo. E que ademais consegue facelo disfrutando».
La doctora en Química dice que es preciso delegar y respetar la forma de dirigir de los mandos intermedios