«Quiero seguir en el riesgo, un empresario lo es toda la vida»

G. Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

MERCADOS

PACO RODRÍGUEZ

10 dic 2017 . Actualizado a las 04:40 h.

Era junio del 2013. Se anunciaba en una rueda de prensa en María Pita. Lorenzo López volvía a tomar la riendas de su proyecto más emblemático: Electrodomésticos San Luis. Lo hacía siete años después de que la cadena pasase a manos francesas. «Ni Darty ni Comet unidos en todo el mercado europeo consiguieron aguantar ». Lorenzo López, fundador de la firma, reabría diez tiendas del grupo en Galicia y Castilla y León. «Recuerdo la venta como un momento de culminación y valoración del trabajo realizado durante muchos años. El arraigo gallego era mucho, pero éramos ya una empresa internacionalizada, con siete tiendas en Portugal y resto de España. Había necesidad de crecer». Aún así, San Luis no aguantó y acabó en concurso de acreedores con una deuda de más de tres millones. «Era una operación de altísimo riesgo, pero para mí era más importante volver y apoyar a los compañeros que me habían ayudado a llevar a la empresa al sitio en el que la dejé». En ese momento San Luis facturaba más de 200 millones y tenía 70 tiendas. López no da rodeos. Ante ese fracaso dice que «le vale» que algunas personas sepan que él lo intentó, pero «siempre existe quien se alegra de tus errores».

Tras la venta a Darty en el 2006, Lorenzo López no se detuvo. Reinvirtió en Galicia, «su responsabilidad». Lo hizo a través del fondo de inversión Fuertepasadena. Fue un proyecto de 100 millones de euros y la generación de 600 empleos. Era el outlet de Culleredo y llegaba en el 2007, en plena crisis. «Ha sido un gran éxito. Un proyecto adaptado a estos tiempos». Fue su iniciativa más inmediata tras la venta de San Luis a Darty, pero no el único. Después llegaron Forestal de Pazos de Desbroces, inversiones inmobiliarias, energía eólica, el mercado alternativo bursátil, 16 tiendas en Portugal en sociedad con Tous... ¿Y ahora qué?, se le pregunta tras escuchar esta larga enumeración. «Pues tengo varios proyectos, pero uno que me hace una gran ilusión. En el último solar de Novo Mesoiro, en A Coruña, queremos construir 83 viviendas de VPA de gran calidad. Pisos muy completos por debajo de 150.000 euros», explica con el entusiasmo del que acomete su primera inversión. «Un empresario lo es toda la vida y quiero seguir manteniendo la cultura del riesgo, la responsabilidad y el aprendizaje». No le presiona fallar en alguna de sus metas. «Solo hay dos tipos de empresa: las que ganan dinero y las que desaparecen».

Tras la venta de San Luis llegaban más proyectos inmobiliarios, comercio, energía eólica y el mercado alternativo bursátil