Los espumosos gallegos pescan en la crisis del cava

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso VILAGARCÍA / LA VOZ

MERCADOS

maria pedreda

El interés por los vinos que se elaboran al amparo de la DO Rías Baixas ha crecido significativamente en los últimos años; algunas bodegas atribuyen el aumento de la demanda para esta Navidad al conflicto catalán

12 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hasta hace unos años, el cava catalán y el champán francés protagonizaban en exclusiva el brindis navideño en la mayoría de los hogares españoles. Pero hace poco más de una década hizo su aparición el primer espumoso de albariño, Burbullas de Baladiña, y desde entonces el crecimiento de este tipo de elaboraciones en la denominación de origen Rías Baixas ha sido imparable. Los espumosos gallegos gustan «y quien los prueba, repite», asegura María Sineiro, enóloga de esta bodega. La cuestión es: ¿Pueden estas elaboraciones competir y plantar cara a un gigante como el cava catalán? Abrirse hueco en el mercado nacional no está resultando sencillo para los espumosos gallegos, pues hay mucha competencia, pero lo cierto es que la crisis abierta por el proceso independentista está dejándose sentir. «Actualmente, con la situación que hay en Cataluña, hay más demanda», asegura Paula Fandiño, enóloga de Mar de Frades. «Nuestro mercado es pequeño, en Galicia y el noroeste de España», explica Rubén García, de Eidosela, quien atribuye a la crisis catalana los pedidos que les llegan desde otras regiones de España.

«Me preocupa y mucho que vendamos más porque a nuestra competencia la están presionando. Me gustaría que esto fuera más por lo que estamos haciendo bien, que por una cuestión identitaria». Así de claro lo tiene el gerente del consello regulador, Ramón Huidobro, quien recuerda que la denominación de origen Cava no es solo Cataluña. «Cava también es Rioja, Extremadura y Valencia. Yo confío en que la gente compre nuestros vinos porque les gusten», añade. Los primeros espumosos amparados por esta denominación de origen llegaron al mercado en el 2012, aunque antes ya lo habían hecho otros que no contaban con las certificaciones del consello. Aquel primer año fueron cinco las bodegas que produjeron alrededor de 18.000 litros. Ahora ya hay una docena de marcas elaborando este tipo de albariños, cuya producción máxima se alcanzó en el 2015, con 91.000 litros. Una cantidad que sigue siendo irrisoria si se la compara con las cifras que maneja Cava, que el pasado año puso en los mercados 245 millones de botellas. «El nuestro sigue siendo un mercado muy local, porque nuestros espumosos no son baratos», explica Huidobro. Las bodegas han conseguido triunfar en el mercado gallego, «y un poco en exportación. Fuera de Galicia hay mucha competencia y no es fácil abrirse un hueco», añade.

De grandes y pequeñas

¿Puede la crisis del cava estar ayudando a los espumosos de Rías Baixas? En Mar de Frades, bodega que pertenece al grupo Zamora, tienen claro que la demanda de sus productos ha crecido notablemente este año. «No esperábamos tanta demanda y nos vamos a quedar cortos», sentencia Fandiño, quien no duda en atribuir parte de este incremento al conflicto catalán. De hecho, las ventas de Cava en España cayeron un 0,8 % el pasado año. En las pequeñas bodegas, en cambio, no lo tienen tan claro. «Igual ha influido algo. A lo mejor acabamos este año con muchos clientes de Madrid y cuando los pedidos vienen de fuera de Galicia...», explican en Eidosela. «Aún es temprano, porque no ha comenzado la campaña de Navidad. Los grandes grupos ya lo notan, pero nosotros no empezamos hasta diciembre. Pero las ventas no se pueden mover por la política», sentencian en Baladiña.

Mar de Frades ha detectado un aumento en sus ventas para Navidad

MARÍA PEDREDA

Los vinos de Rías Baixas, los cuartos que más valor tienen en el mercado nacional

La situación que atraviesa la denominación de origen Rías Baixas es buena. Muy buena. Así lo confirman los datos del último informe elaborado por la consultora Nielsen, que confirman que los albariños son ya los séptimos que más se comercializan en el mercado nacional, consiguiendo superar al Penedés, que ocupaba ese puesto hasta el pasado año. Pero es que, además, hay otro dato positivo. Si hablamos de precios, los Rías Baixas se sitúan en cuarta posición en el mercado nacional, solo por detrás de denominaciones tan potentes como Rioja, Ribera del Duero y Rueda. «El dato fundamental no es solo que hayamos subido en ventas, sino que también hayamos conseguido aumentar nuestro valor», explica Ramón Huidobro, director gerente del consello regulador.

Arrimar el hombro

Las cifras apuntan a que Rías Baixas ha dejado atrás la crisis y que ha conseguido superarla sin mayores traumas. «Se ha trabajado mucho y en ningún momento se ha tirado la toalla», añade Huidobro, quien atribuye el mérito a las bodegas y a los viticultores, «que han tenido momentos muy difíciles pero que han sido conscientes de que había que arrimar el hombro». Y es ahora cuando se están recogiendo los frutos. El informe Nielsen confirma que Rías Baixas sigue fortaleciendo su posicionamiento en el mercado nacional. La denominación gana cuota de mercado y se sitúa como la séptima de España que más vende. Además, es la segunda en comercialización si hablamos solo de blancos, pues el 10 % de los vinos que llegan al mercado nacional son albariños. La mejor noticia es, sin duda, que este crecimiento ha ido parejo a una mejora en los precios, lo que incrementa el valor de esta denominación.