Ati Sistemas, la ingeniería gallega que traspasa fronteras

Luisa López REDACCIÓN / LA VOZ

MERCADOS

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Con una facturación que ronda los seis millones y medio de euros, la planta de producción de la firma coruñesa emplea a unos 160 profesionales

24 sep 2017 . Actualizado a las 05:02 h.

«¿Cómo es posible que una empresa gallega esté trabajando -con éxito- en otra comunidad autónoma?» A esta pregunta tan sorprendente de un cliente hizo frente atónito el empresario coruñés Antonio Trueba en una ocasión. Pero su interlocutor seguía: «Es que lo lógico es que empresas de mi comunidad vayan a Galicia, pero no al revés». El cofundador de la empresa coruñesa Ati Sistemas mantuvo ese día una larga conversación con su cliente hablándole de calidad, innovación y buena gestión en la comunidad gallega.

Porque la historia de esta empresa familiar, creada por Antonio y su mujer María Eugenia Gayol y en la que ya se ha introducido la segunda generación, tiene mucho que ver con producir en Galicia y cruzar las fronteras. Dedicados a los servicios industriales en múltiples campos (laboratorio de calibración, centros de transformación, fabricación de cuadros eléctricos o diseño y mantenimiento de plantas de tratamiento de residuos líquidos biocontaminados, entre otros), la compañía se ha convertido en un referente en el campo de la ingeniería.

Con una facturación que ronda los seis millones y medio de euros, la planta de producción está situada en el polígono coruñés de Bergondo y cuenta con delegaciones en León y Alcalá de Henares. En total, emplea de forma directa a unos 160 profesionales de diferentes ramas. Aunque su trayectoria es amplia, Antonio Trueba es consciente de que es el momento de seguir creciendo gracias a la internacionalización. «Nos planteamos un crecimiento moderado, consolidando nuestro equipo humano, formado mayormente por profesionales que llevamos juntos muchos años. La buena experiencia que hemos tenido en los trabajos realizados fuera de España nos anima a crear una organización diferenciada que nos potencie en los campos de las instalaciones de generación eléctrica», relata.

Israel y Kenya le han dado pie a abrir mercado y a seguir profundizando con proyectos de alcance, pero Holanda, Francia, Marruecos, Portugal, México o Argelia son otros de los estados en los que Ati Sistemas ha desarrollado trabajos de envergadura. «Todo ello, naturalmente, sin abandonar, sino todo lo contrario, a los clientes que ya tenemos en España y que confían en nosotros desde hace muchos años», añade el director de la compañía.

Implicación

Cuando se le pregunta cómo ha afectado la crisis a la empresa, Antonio sonríe. «Un empresario amigo dice que las empresas que hemos vivido siempre en crisis no comprendemos de qué habláis cuando nos hacéis esa pregunta», sentencia. «La crisis es consustancial a nosotros. Los salarios son moderados para todos, directivos los primeros, pero creamos un equipo humano de largo recorrido (muchas de las personas de nuestra organización llevan con nosotros desde hace más de veinte años, algunas incluso desde hace 25), multidisciplinar y dispuesto. La flexibilidad que ha mostrado la plantilla para mantener los puestos de trabajo durante estos duros años ha sido encomiable».

Trueba insiste en destacar el grade de implicación de los trabajadores, un hecho este, explica, que ha permitido a la empresa atender las demandas de sus clientes, cada vez más sofisticadas y complejas a consecuencia en parte del proceso de maduración de la crisis.