José Domínguez Pombo y sus hijos fundaron Inelsa en 1986, una empresa de Sanxenxo hoy referente mundial en renovables; el Grupo Hedomin aspira a gestionar 1,5 gigavatios
10 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La historia de Inelsa, matriz del grupo Hedomin -que hoy da cabida a 12 empresas en cuatro continentes-, es el resultado del talento y la visión de su fundador, José Domínguez Pombo, que empezó a trabajar como autónomo a los 22 años. Natural del municipio pontevedrés de Meaño, como a muchos jóvenes de aquellos años de mediados del siglo XX, le tocó trabajar duro y en varias profesiones. Basta ver la foto que ilustra esta página cogiendo barro en la ría. Su tesón y su buen hacer le fueron abriendo las puertas una vez que se decidió por el ramo eléctrico, abriendo un taller de 50 metros cuadrados en Portonovo en 1966. Su empresa fue creciendo a la par que su municipio de adopción, Sanxenxo, se adentraba en el liderazgo turístico. El trabajo en un hotel montando el sistema eléctrico le servía a José Domínguez como tarjeta de presentación en el siguiente y así, poco a poco, logró transformar su negocio en una empresa que amplió su radio de acción a toda la comarca.
La oportunidad estaba llamando a la puerta y esta familia supo aprovecharla. En 1986, José Domínguez fundó, junto con sus hijos Manuel -actual presidente del grupo-, José Carlos y Rafael, Instalaciones Eléctricas de Sanxenxo (Inelsa). La expansión continuó imparable, ya bajo la supervisión de la segunda generación, y en el 2006, con motivo de los 20 años de Inelsa, los tres hijos crearon el Grupo Hedomin -acrónimo de Hermanos Domínguez-, dando el salto fuera de Galicia y en el 2009 a la internacionalización.
El Grupo Hedomin desempeña su actividad en dos frentes principales. Por un lado está Inelsa, como referente de instalaciones eléctricas convencionales. Han sido responsables del apartado eléctrico en el Hospital do Salnés, el silo de Bouzas, el aeropuerto de Santiago y trabajan para empresas auxiliares de Citröen, por citar algunos ejemplos. También han ido de la mano de los gigantes del sector más allá de las fronteras españolas, como Isolux, que utilizó la pericia de los sanxenxinos para el montaje de la primera planta fotovoltaica en Italia.
Innovación
Aquí es donde entra el segundo eje de este grupo: la energía fotovoltaica, termosolar y las renovables, sector en el que se iniciaron en 1999. En torno a esta actividad giran una serie de firmas en varios países, donde construyen plantas fotovoltaicas e instalaciones innovadoras en este ámbito. En estos años han tenido o tienen presencia en 18 países, entre los que destacan algunos tan diferentes como Kuwait, México, Chile, Marruecos, Namibia, Italia, Rumanía, Gran Bretaña, Francia y Alemania. Y no se trata de proyectos precisamente pequeños. Por ejemplo, esta empresa, que hace gala de contratar a un 90 % de su plantilla en Galicia, es responsable de la planta de energía fotovoltaica que surte el 80 % del consumo eléctrico de la isla de Anguila, en el Caribe. Han intervenido en Saelices (Cuenca) la planta más grande en extensión de España y gestionan la planta de Guntín (Lugo), con 1,2 megavatios, la más grande de Galicia.
Además, con base en las modernas instalaciones de Inelsa en Aios, a donde se mudaron porque la nave de Portonovo se quedó pequeña, en el grupo se encuentra englobada Inelsa Estudios y Proyectos, que se ocupa de dar servicios a las renovables y el sector convencional e incluye toda la parte de ingeniería.
El presidente del Grupo Hedomin, Manuel Domínguez, destaca el ánimo de innovación que les mueve. «A día de hoy llevamos más de 1,2 gigavatios y esperamos que sean 1,5 a finales de este año en plantas fotovoltaicas. Esto nos hace ser una empresa puntera a nivel mundial por megavatios instalados». Las propuestas siguen llegando de todas partes. «Hemos puesto a Sanxenxo en el mundo», comenta Manuel. Sin duda, visto el resultado, no es una exageración.