Acabar con las elevadas tasas de desempleo juvenil es la meta de esta fundación. Negocian con la Universidade de Vigo un curso para enseñar a los jóvenes lo necesario para desempeñar los trabajos que reclama el mercado.
-¿Qué beneficio sacan ustedes con esta iniciativa?
-Nosotros no cobramos nada, lo hacemos gratis, es altruismo puro y duro. Me acuerdo de una frase que vimos en Boston, en el monumento a Kennedy, que decía: ‘No te preguntes lo que tu país puede hacer por ti, si no lo que tú puedes hacer por tu país’. Ahí empezó nuestra idea. Es tipo ONG, pero a los chicos sí que se les paga cuando entran en una empresa.
-¿Cómo puede un joven parado solicitar su ayuda?
-Estamos en conversaciones con la Universidade de Vigo para cerrar un paquete formativo con ellos. La próxima reunión la tendremos en octubre, también en Icade y hablamos con círculos financieros porque queremos darnos a conocer y llegar al máximo número de personas posibles. Contamos con gente de FP y de ingenierías, matemáticas, ADE, de ciencias sociales, menos, pero también vienen. Estamos también trabajando para crear una página web y redes sociales. Colaboramos con las universidades y tenemos una bolsa de empleo.
-¿Tienen necesidades?
-Necesitamos financiación porque aunque no cobremos, si queremos que alguien venga a dar una charla, hay que pagarle. La formación que damos es gratuita, pero tenemos que alquilar espacios.