No siempre es posible demostrar el blanqueo, como indica una reciente sentencia

S. L. L. REDACCIÓN / LA VOZ

MERCADOS

27 ago 2017 . Actualizado a las 04:51 h.

El clan de los Piturros, una familia arousana con antecedentes por narcotráfico, fue absuelto en junio de un delito de blanqueo porque la Audiencia Nacional falló que el patrimonio investigado procedía de actividades legales de pesca y marisqueo, lo que demuestra que firmar sentencias condenatorias por estas diligencias no siempre es fácil ni posible, ya que aunque haya sospechas argumentadas -en este caso la Agencia Tributaria las tenía- sobre el origen del dinero con el que se montaron esos negocios, si su facturación no presenta irregularidades, no hay fraude.

Para facilitar este tipo de investigaciones, la legislación española fue poco a poco estrechando el cerco no solo sobre los investigados, sino también sobre sus testaferros y colaboradores, algo que ha provocado críticas en ciertos ámbitos juristas que, a su entender, creen que se ha ido demasiado lejos.

La cuestión se debatió en unas jornadas organizadas por la Escola Galega de Administracións Públicas y por la Universidade de Santiago en las que el catedrático de Derecho Penal Miguel Abel subrayó, en relación a la reforma del Código Penal del año 2015, que tipifica como delito algunas cuestiones que antes eran falta, que dicha reforma «invierte la carga de la prueba y puede ir contra cualquiera». De ese modo, «a cualquiera le pueden castigar por delito de blanqueo».