El Camino seduce al viajero solitario

Sara R. Estella PEKÍN / LA VOZ

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Sara R. Estella

El número de turistas chinos que viajan a España por su cuenta ya supera a los grupos organizados; la rutas Jacobeas se han convertido en un incipiente atractivo en el país

27 ago 2017 . Actualizado a las 04:58 h.

Wei Yue y su mujer querían realizar un viaje a España diferente en el que se combinara una ruta natural y deporte con cultura y gastronomía. Un amigo de Barcelona les habló del Camino de Santiago y después de buscar información a través de Internet, en el 2015 decidieron lanzarse a la que, dos años después, consideran una de las mejores experiencias de sus vidas. Tanto les gustó que incluso han creado la primera Asociación de Amigos del Camino de China. «Me fascinó todo lo que leí sobre esa ruta y, aunque no había mucha información sobre ella en chino, decidí organizarla yo mismo. Sabíamos que iba a ser un reto y una experiencia inolvidable», explica Wei Yue a La Voz. «Nos gustó el hecho de poder conocer a gente de otros países y también adentrarnos en la cultura del vino, tan presente en las zonas por las que pasa el Camino», precisa sonriendo.

Esta pareja son parte de los 706 peregrinos chinos que en el 2015 recorrieron el Camino de Santiago, un buen dato sobre todo si se compara con los 15 que lo visitaron diez años antes. «Cuando volvimos, nos reunimos con otro amigo que también había hecho el Camino y decidimos crear una asociación para darlo a conocer», explica Wei Yue.

En ese proceso de crear la asociación también fue partícipe Ignacio Ramos Riera, alias Tachi para amigos y familia. Este profesor de Humanidades en Pekín, con raíces gallegas y que en concreto estudia la Renovación de rutas antiguas globales, acaba de volver de pasar unos días en España y ha traído varias conchas para mostrarlas a los chinos que soliciten información a la asociación. «Cuando amigos chinos me preguntaban por rutas para hacer en Europa, yo siempre les recomendaba peregrinar a Santiago para conocer el alma de ese continente», relata. Para él, el Camino es «una pasión desde hace muchos años», cuando lo recorrió varias veces con su hermana y con amigos. «La Xunta nos ha reconocido como asociación internacional», precisa con orgullo.

Precisamente, los atractivos que incluye la peregrinación a Santiago, independientemente de la motivación religiosa, casan muy bien con el nuevo perfil de viajero chino que ha visto en España un gran atractivo. «Son personas jóvenes trabajadoras, con dominio de idiomas y que a menudo buscan salirse de las rutas turísticas tradicionales. Prefieren conocer la cultura y la gastronomía de un país y si encima hay una naturaleza llamativa, aún mejor», indica Feng Roubin, director de Márketing de Aoyou, la principal agencia de viajes de China.

Por primera vez, este año el número de turistas chinos que viajan a España ha superado al de los tradicionales grupos organizados. «Gastan más, porque no van con un presupuesto cerrado. Si un turista normal gasta unos 2.500 euros en compras, comidas o entradas a monumentos, estos nuevos viajeros pueden duplicar esa cantidad», asegura Feng. Según un estudio reciente, captar el 5 % del turismo chino duplicaría los ingresos anuales en España hasta los 8.700 millones de euros, por lo que una porción de ese jugoso pastel podría quedarse en Galicia.