«Estamos tratando de cambiar el concepto, esta no es una depuradora que se esconde, se enseña»

T. M. SANTIAGO / LA VOZ

MERCADOS

SANDRA ALONSO

13 ago 2017 . Actualizado a las 04:50 h.

Todavía es necesario hacer mucha pedagogía. El sistema de depuración mediante humedales es una solución ya arraigada en Europa, pero en España todavía es bastante desconocida. Lo explica David de la Varga Calvo, responsable de la spin off Sedaqua, que tiene como prioridad la protección del medio ambiente antes del rédito económico.

-Si son todo ventajas, ¿cómo es que no se extiende por todo el territorio?

- Estamos tratando de cambiar el concepto. Nadie quiere vivir al lado de una depuradora ni enseñarla, pero esto es totalmente al contrario. Esta es una depuradora que se enseña. De hecho, hay una instalada en el Pazo de Señoráns, en el que hacen bodas, y la enseñan como una atracción más del pazo, porque nadie piensa que es una depuradora.

-¿Pero en el resto de Europa sí se implantan?

- Hace poco, el director de I+D del Centro de Nuevas Tecnologías del Agua hablaba de eso en un artículo. Aquí se hicieron bastantes sistemas de este tipo en los años 80 y se diseñaron mal. Al tener poco mantenimiento, hay quien cree que no hay que mantenerlo y la gente lo dejaba a su suerte. O las poblaciones para las que se diseñaba crecían y no se adaptaba la depuradora.

-¿Hay un problema de concienciación sobre la depuración en España?

- En España la depuración se ve como un gasto, no como una inversión y es un problema que la gente quiere evitar al menor coste posible. Lo que prima ahora es el criterio económico. No se dan cuenta de los beneficios intangibles que supone que tengas un agua de calidad, porque afecta a absolutamente a todo. Eso no ocurre en España y de hecho vamos bastante retrasados en el cumplimiento de la directiva de aguas residuales. En el 2005 todas las poblaciones tendrían que contar con depuración de aguas y hoy hay entre tres y cuatro millones de personas sin ella.