«Intentar crear tu empresa da mucho vértigo»

Rosa Estévez
Rosa Estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

MERCADOS

RAMON LEIRO

Alejandro Rodríguez, impulsor de Ipekdron

20 jun 2017 . Actualizado a las 12:27 h.

«Hasta ahora trabajábamos en casa, y era un lío. No teníamos ni una rutina, ni un horario, ni siquiera medios que son básicos para poder arrancar, como una simple fotocopiadora». Quien así habla es Alejandro Rodríguez, el ideólogo de Ipekdron, una de las últimas empresas en incorporarse al vivero que la Diputación de Pontevedra ha puesto en marcha en el polígono de Barro-Meis. La joven firma desembarcó en su nueva sede hace apenas quince días, así que Alejandro aún se está aclimatando. «En comodidad y en instalaciones, desde luego, hemos ganado mucho, muchísimo. Por un precio más que razonable tenemos unas buenas instalaciones», explica. E insiste en los medios que de repente tiene a su alcance: «Pasamos de la nada a disponer de material de oficina y de una buena conexión a Internet», algo fundamental para una empresa del siglo XXI.

A este recién llegado hay algo más que le ha sorprendido en sus primeras incursiones en Barro-Meis. «Aún no conozco demasiado a mis compañeros del vivero, pero me da la impresión de que intentan ayudarse entre todos, que están bastante unidos», relata este joven vilagarciano. Y ese camino, el de la colaboración y la ayuda mutua, le parece que puede resultar muy enriquecedor. «Siempre está bien compartir cosas con gente que está como tú, porque meterte en algo así da mucho vértigo», concluye.

Él lleva apenas tres meses con Ipekdron. Su empresa, explica con la emoción de quien lo ha apostado todo a un sueño, está pensada para el sector del vino. «Estuve trabajando en una agrícola y siempre tuve la impresión de que se utilizan demasiados productos químicos. En Estados Unidos y en Latinoamérica, en muchas plantaciones, utilizan los drones para hacer una especie de diagnósticos de los cultivos. Se usan para ver en qué estado están las vides y eso permite ajustar la cantidad de tratamiento que hay que dar en cada zona en concreto. Supone un ahorro muy importante para los viticultores y además permite reducir el impacto de la actividad sobre el medio ambiente», narra este ingeniero técnico agrícola. Alejandro confía en su idea. Y ahora, dispone de los medios necesarios para poder concentrarse en ella.

La intención es usar los drones para hacer un diagnóstico de la salud de los viñedos