Monbus se suma a la tendencia de buses con bajas emisiones

Dolores Cela Castro
Dolores Cela LUGO / LA VOZ

MERCADOS

El presidente de la compañía reconoce que las empresas de transporte tienen dificultades para incorporar vehículos de energías alternativas

26 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Las empresas de transporte de viajeros por carretera se quieren sumar a la tendencia de flotas respetuosas con el medio ambiente y compiten entre sí para obtener reconocimientos en esta faceta. Sin embargo, conseguir vehículos eficientes, con emisiones bajas, al mismo tiempo que mecánicamente garantizados, constituye todavía un reto. Al menos eso es lo que opina el presidente de Monbus, Raúl López, grupo que incorporó recientemente vehículos de gas comprimido a la flota de Alcalábus, en Madrid.

En Galicia este tipo de vehículos, los de gas, no están previstos de momento. «Los habrá -señaló López- en el momento en el que en los pliegos de los concursos públicos se contemple esta posibilidad, como ocurrió en Madrid».

El máximo responsable del principal grupo de transporte de viajeros de capital gallego reconoce que la tendencia a solicitar vehículos que funcionan con energías menos contaminantes va bastante por delante de las tecnologías con mecánica garantizada. «El proceso de adaptación en la primera temporada es brutal -asegura-. Es complicado porque, por un lado, las instituciones quieren buses que funcionen con gas, demandan híbridos y no es tan sencillo cumplir con esas exigencias». «A veces -añade-, las instituciones le dan preferencia al márketing sobre las innovaciones probadas porque de cara a los usuarios tienen valor añadido».

El empresario reconoció que incorporó varios vehículos híbridos, de los primeros que aparecieron en el mercado a su flota y están ahora inactivos, pendientes de lo que resuelvan los juzgados. También comentó que hace un año se estrenó en Lugo un bus eléctrico, que permaneció sin poder moverse durante todo un día por una avería.

«Quizá hoy los mejores motores son los Euro 6, de gasoil, que son una combinación parecida a un coche de gas. Después del diésel, el gas está más probado que el híbrido o el eléctrico». «Este último -argumenta- suena muy bien, pero el coste es el doble de inversión, no están suficientemente garantizados. Cada cierto tiempo sale una versión nueva, lo que quiere decir que la anterior no funciona».

De los más de 700 vehículos que conforman la flota del grupo lucense que realizan transporte nacional, internacional y escolar, y que tienen una media de 5 años, el 90 % funciona con gasoil. «Nosotros apostamos -dice- por una flota moderna con emisiones a la atmósfera lo más bajas posibles. Los motores diésel están mejorando continuamente y por el momento constituyen nuestra principal apuesta».

Mano de obra especializada

«Hoy por hoy -explica- después del diésel, el gas es lo que en mi opinión ofrece mayores garantías que el híbrido o el eléctrico». «Los tiempos cambian y tenemos que adaptarnos a las exigencias del mercado, aunque a veces sea complicado tomar decisiones». El industrial constató que uno de los problemas añadidos es la reparación de las averías cuando surge un problema. «No hay mano de obra especializada y todo es a través de máquinas y muchas veces los operarios no saben interpretar lo que les están diciendo».