«Las niñas deben atreverse con las carreras tecnológicas»

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Recién acabada su carrera de Ingeniería Industrial en Ferrol, Martina Tomé (A Coruña, 1981) logró empleo de la multinacional Schneider Electric, que desarrolla tecnologías y soluciones para gestionar la energía en el sector empresarial

05 mar 2017 . Actualizado a las 17:29 h.

Recién acabada su carrera de Ingeniería Industrial en Ferrol, a Martina Tomé (A Coruña, 1981) le picó ya el gusanillo de empezar a trabajar. En su caso, de la idea a la realidad solo hubo un paso: una oferta de empleo de la multinacional Schneider Electric, que desarrolla tecnologías y soluciones para gestionar la energía en el sector empresarial. Allí ha recorrido toda su trayectoria empresarial después de conocer los entresijos de la firma en Galicia. Ahora esta gallega ostenta el cargo de mánager del departamento de ventas en Schneider Electric y dirige un equipo de 14 personas desde su oficina en Barcelona. Su mensaje para las nuevas generaciones es claro: «Las niñas deben atreverse con las carreras tecnológicas. Necesitamos de su creatividad».

-Schneider tiene más de 160.000 empleados a nivel mundial. ¿Cuántos en la península?

-Schneider es una multinacional de origen francés que hace tecnología. Fabricamos desde las llaves de la luz a cuadros de protección de baja tensión, por ejemplo, y también sistemas más complejos. Con estos productos la idea es hacer llegar la energía a toda la gente del planeta y hacerlo de la forma más sostenible posible. Estamos en más de 100 países y, en concreto, en la península somos 4.000 empleados. Tenemos una fuerte implantación industrial, con cinco fábricas y un centro de logística y distribución que reparte no solo a la Unión Europea, también a Oriente Medio y Sudamérica. Además, hay quince delegaciones comerciales.

-¿Cuáles son sus objetivos a medio plazo?

-La estrategia de Schneider busca el crecimiento y para ello nos apoyamos en cuatro pilares. Seguir apostando por el desarrollo y la innovación para incrementar la venta de productos, participar en proyectos clave en aquellos segmentos de mercado donde somos fuertes, impulsar el crecimiento en los servicios, que son los que nos van a diferenciar, y la digitalización de todo lo que hacemos tanto a nivel interno como a nivel externo.

-En concreto, es directiva en el departamento de ventas.

-Esta es una unidad de negocios de venta de los servicios, que es uno de los pilares estratégicos. Creo que eso nos ayuda a diferenciarnos, llegar para quedarnos con nuestros clientes y acompañarlos en todo su ciclo de vida. Dar asesoramiento para mejorar los costes de producción y reducir riesgos en las instalaciones, lo que hace que el cliente se vaya más tranquilo. Hasta tenemos plan de formación específico. En España tenemos un equipo técnico muy amplio. En total, el departamento está integrado por 14 personas y cubrimos todo el territorio nacional. Los datos son buenos; a día de hoy la facturación es de 15 millones de euros.

-¿En qué sectores tienen mayor implantación?

-Estamos presentes en todos los ámbitos, desde el industrial hasta hospitales y grandes firmas como Inditex o Mercadona. Nuestro foco son sobre todo las grandes firmas.

-¿Cómo se ve en el futuro?

-No es una respuesta fácil. Tengo claro que la empresa en la que estoy me permite aprender y ser buena profesional. Que haya gente que puede aprender también de mí es muy gratificante.

-Entro directa a la empresa desde la universidad.

-Estudié Ingeniería Industrial en Ferrol y estaba a punto de entregar el proyecto de fin de carrera cuando ya me apetecía explorar el mundo laboral. Un día vi que acababan de poner una publicación en la que buscaban recién titulados para Schneider, para pasar por un programa de formación continua y ver el trabajo en varios departamentos. Así que empecé así, ellos creyeron en mí y me seleccionaron.

«En el 2008 había un 8 % de mujeres directivas en la empresa, en el 2016, un 23 %»

Moderna y rodeada de innovación, Martina Tomé confiesa que aunque se considera digital, tiene siempre alguna libreta sobre su mesa de trabajo, acompañada de una botella de agua y una foto de su hijo, el pequeño Leo, de dos años. «Y una calculadora», comenta entre sonrisas.

-Arrancó su trayectoria en Galicia pero ahora está de directiva desde Barcelona.

-Empecé en Galicia, fui cambiando de departamento y ahora estoy desde hace unos años en Barcelona. Tengo muy claro que hay que ser capaz de adaptarse. Creo que integrar los cambios y tener un perfil versátil otorga mayor empleabilidad. En mi primera etapa conocí mucho la empresa y todos sus departamentos y finalmente me vine a Cataluña, hice un máster en dirección de márketing para adaptarme a otra propuesta laboral y todo va muy bien. Si echo la vista atrás, creo que lo más importante fue ser capaz de tomar las decisiones que no siempre fueron las más fáciles. Eso sí, siempre he sido muy coherente y he seguido mis valores.

-¿Cuántas mujeres hay trabajando en la empresa?

-Desde que yo entré hace diez años ha habido una gran evolución. Me considero muy afortunada porque nunca tuve problemas por estar en un sector muy masculino. Creo que es algo que no surge de forma natural. La empresa tiene que poner medidas para incentivar la igualdad. En el 2008 había un 8 % de mujeres directivas en la firma, en el 2016, un 23 %. Han apostado mucho por políticas de diversidad y de inclusión durante este tiempo. En los procesos de selección, entre el personal que se presenta debe haber cierta igualdad de mujeres y hombres. La empresa lo que busca es el mejor perfil, es lo que queremos perseguir. Y hay muchas mujeres con talento para tener en cuenta. Para ello se han puesto en marcha políticas como el teletrabajo y otras medidas. La directora de Recursos Humanos comentó que un empleado definió estas facilidades como salario emocional. La empresa está muy a favor de esas medidas. También hay que destacar que cuando hablamos de diversidad, el concepto de inclusión es más amplio, porque la integración incluye no solo la diversidad de género, también de cultura, de edad o de bagaje.