Si le quitan el empleo, los robots tendrán que pagarle la pensión

Iago Sánchez, G. L.

MERCADOS

La OCDE estima que la automatización podría acabar con el 9 % de los puestos de trabajo en Europa ? El grupo de los socialistas en el Parlamento Europeo propone considerarlos «personas electrónicas» y que tributen

31 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Algunos ya la llaman la cuarta revolución industrial y podría traducirse en la pérdida de más de dos millones de empleos en nuestro país, según un informe de la OCDE. Nada menos que el 12 % del total de los puestos existentes en la actualidad. Pero como los procesos de automatización avanzan inexorables, y los robots y las máquinas han venido para quedarse, Europa quiere ponerse las pilas. Tanto es así, que el grupo de los socialistas en el Parlamento Europeo ha puesto encima de la mesa una propuesta para preparar un escenario en el que gran parte de las tareas que ahora realizan los humanos serán llevadas a cabo por robots.

En el informe se establece que las máquinas tendrán el estatus legal de «personas robóticas», lo que implicará la imposición de tasas a las empresas en función de la cantidad de robots utilizados, algo semejante a una cotización a la Seguridad Social. Es decir, que sustituir empleados humanos por máquinas no saldrá gratis. No cobrarán sueldo, pero sí tendrán que cotizar para sostener el sistema de pensiones. También se establece que las compañías deben asegurar a sus robots de una forma similar a como se hace con los coches. De esta manera los empresarios se responsabilizarían de los daños que puedan ocasionar.

La idea parte de la base de que los futuros sistemas de inteligencia artificial podrán adaptarse a los cambios que sucedan en su entorno y, por lo tanto, tendrán cierta capacidad de aprendizaje y autonomía, lo que los hará un poco más humanos. La medida tiene partidarios y detractores. Entre los primeros se hallan importantes figuras de la ciencia y la investigación como el físico Stephen Hawking, que el año pasado firmó una declaración en la que se advertía de los impactos que los avances tecnológicos podrían tener sobre el empleo y animaba a tomar medidas Entre esas soluciones figuraba la aprobación de una renta mínima universal que financiarían las empresas que aumentasen su productividad a base de introducir maquinas.

¿freno al progreso?

Entre los detractores encontramos a las compañías de robótica, que temen que la medida suponga un retroceso en la productividad de las empresas que apuestan por la automatización. La Asociación Española de Robótica (AER) asegura que los robots no destruyen empleo y esgrimen cifras. Los países con mayor densidad de máquinas (robots por cada 10.000 trabajadores) son Corea del Sur, Japón y Alemania, donde la tasa de paro no supera el 5 %. Josep Lladós, profesor de Economía y Empresa en la Universitat Oberta de Catalunya asegura que la solución a la sustitución de empleados por máquinas pasa por «crear más puestos de trabajo cualificados y mejor remunerados mediante una mayor inversión en I+D. Actualmente se están creando ocupaciones poco especializadas y con salarios bajos» lo que, unido al envejecimiento de la población, pone en peligro el sistema de la Seguridad Social.

Según la AER en el último año se vendieron 3.710 robots en nuestro país, lo que supone un 6,6 % más respecto al año pasado. La automoción es el sector que más máquinas ha incorporado, 1.800, casi la mitad.

Lo cierto es que el sector industrial será el más afectado por la automatización. Desde el 2009, la venta mundial de robots industriales se ha cuadriplicado, pasando de las 60.000 unidades vendidas entonces a las a las 240.000 del 2015. La Federación Internacional de Robótica (FIR) prevé que en el 2018 la producción llegará a los dos millones, doblando la cifra del 2009. La propia FIR apunta que dentro de Europa los mercados que presentan un mayor nivel de expansión son Alemania, España e Italia. Precisamente, los dos primeros forman parte del podio de países de la OCDE con una mayor tasa de puestos de trabajo en riesgo de ser automatizados. Una lista que encabeza Austria, con un 13 % de sus empleos amenazados por los robots.

Las perspectivas del Foro Económico Mundial tampoco son halagüeñas. El organismo publicó en enero un informe en donde daba a conocer los resultados de una encuesta a directivos de grandes industrias sobre sus perspectivas de futuro y los factores que pueden tener efectos negativos sobre el empleo de aquí al 2020. Entre ellos destacan el envejecimiento de la población, la inestabilidad geopolítica y la irrupción de la inteligencia artificial. «Los empleos con mayor probabilidad de ser sustituidos son aquellos que consisten en tareas repetitivas, aunque también están en riesgo los de cualificación media» afirma Lladós. Las profesiones más amenazadas son las relacionadas con la gestión administrativa, que pueden verse afectadas por la aparición de softwares capaces de tratar gran cantidad de datos y cruzarlos automáticamente. «Hay sectores más propensos a la robotización, pero ahora vemos que los robots entran en campos más especializados como la medicina, donde tradicionalmente era más difícil sustituir mano de obra», explica.

En una Europa que aún pugna por salir de la crisis y generar puestos de trabajo, el fenómeno preocupa cada vez más. Las cotizaciones por mano de obra robótica podrían suponer el salvavidas del sistema de la Seguridad Social en una sociedad más envejecida y con menos empleo.