¿Móvil o tableta? Móvil y tableta

MERCADOS

La siguiente maniobra de Samsung es ambiciosa: el lanzamiento de un dispositivo plegable del tamaño de una «tablet», capaz de doblarse en dos y convertirse en un manejable «smartphone»

27 sep 2015 . Actualizado a las 22:52 h.

Mientras Apple organizaba tormentas de ideas en algún garaje redecorado con cómodos sofás albinos de la costa este estadounidense para consumir sus aparatos hasta reducirlos a la mínima expresión, al otro lado del Pacífico los coreanos tomaron una crucial decisión: avanzar por el camino inverso. La fama de las pantallas grandes, durante un tiempo las grandes apestadas de la clase, cambió de dirección cuando Samsung se hizo cargo de ellas. Regresaron a la pomada. Los asiáticos las barnizaron con una irresistible capa de actualidad, las reformularon, las hicieron encantadoras y, al final, incluso los chicos de Tim Cook empezaron a cogerle el gusto a eso de sumar pulgadas. Era el 2012. La factoría de la manzana bajaba las orejas, traicionando a su todopoderoso Steve Jobs. Una nueva versión del iPhone, la cinco, aterrizaba en el mercado dilatada. Con cuatro pulgas en lugar de sus habituales 3,5. «Nadie va a comprar un teléfono que no puedes usar con una sola mano. Nadie quiere un teléfono tan grande», se atrevía a pronosticar el fundador de la firma dos años antes. Hoy, los teléfonos de Apple son inmensos dispositivos que alcanzan las 5,5.

Con un contricante en perfecto estado de salud, compitiendo ya en su misma liga, Samsung se descuelga ahora de la carrera de pulgadas para dedicar todas sus neuronas a un ambicioso proyecto: un dispositivo dos en uno, una tableta que se convierte en móvil, un móvil que se convierte en tableta. ¿Cómo? Doblándose y desdoblándose. Hace tiempo que los de Corea coquetean con materiales moldeables. A principios del 2014, la factoría curvó las pantallas de sus smartphones. En febrero de ese mismo año, patentó un terminal con una pantalla plegable, capaz de doblarse hacia delante y hacia atrás sin sufrir daño alguno, una licencia que la oficina de patentes hizo pública en el mes de agosto. En marzo de este año, un empleado de Samsung Display lanzaba la primera pista: «La industria cree que la comercialización de smartphones plegables será posible en el 2016».

Este verano, un nuevo permiso arrojó un poco más de luz sobre este plan secreto que los coreanos han bautizado como Project Valley. Trabaja Samsung en un teléfono que se estira y que se enconge. Contará con dos pantallas que podrán funcionar por separado o juntas. Y estarán unidas por una bisagra que permitirá doblarlas en cualquier ángulo. El dispositivo abierto medirá 10 pulgadas; recogido, 5,5. La pantalla frontal, plegada, estaría ideada para mostrar notificadiones y prestaciones básicas. La interior, desplegada, para navegar y trabajar. Incorporará, además, un lápiz electrónico que podría expulsarse automáticamente y que contaría con una pequeña cámara giratoria en la parte superior para hacer fotos y escanear documentos.

La parte más delicada de este proceso llegará a la hora de decidir el tipo de material que la compañía utilizará para elaborar el esqueleto de su prometedor aparato. La pantalla deberá ser lo suficientemente resistente como para poder arquearse y extenderse con facilidad sin sufrir lesión alguna. No solo para soportar la apertura y el cierre, sino para tolerar este movimiento con el paso del tiempo. Actualmente, la tecnología Gorilla Glass protege la zona frontal de los terminales Samsung, una marca que de momento no ha desarrollado láminas flexibles. En cuanto a sus tripas, la red social china Weibo apunta que los de Corea ensayan dos posibles configuraciones, una con el procesador SoC Snapdragon 620 y otra con Snapdragon 820.

Samsung es experto en los golpes de efecto. En el año 2008 rompió todos los esquemas al desenfundar ante el mundo una suerte de híbrido, a medio camino entre un teléfono y una tableta, que inauguró la gama Note. Creó un phablet, un dispositivo con un bolígrafo con el que nadie contaba. Vendió diez millones de unidades en nueve meses. Ahora, todo apunta a que el turno es para la fablet (foldable -plegable en inglés- y tablet). El 2016 es suyo. Eso parece.