La guerra de precios «on-line»

Victoria Toro

MERCADOS

NOAH BERGER | Reuters

La mayor distribuidora de EE.UU., Walmart, y su homóloga en Internet, Amazon, compiten con grandes rebajas en la red. Las ventas por comercio electrónico crecieron el año pasado en todo el mundo un 22 %

19 jul 2015 . Actualizado a las 17:19 h.

Walmart, la mayor cadena de hipermercados del mundo, y Amazon, la mayor distribuidora de Internet en Norteamérica, se han enzarzado en una guerra de rebajas on-line, que es el espacio en el que los vendedores buscan nuevos clientes.

Todo comenzó con una promoción de Amazon. La compañía fundada por Jeff Bezos celebraba su cumpleaños esta semana. Aunque fue fundada en julio de 1994, la propia empresa considera que su fecha real de nacimiento en la Red fue el 15 de julio de 1995. Y para conmemorarlo, Amazon había lanzado una gran campaña publicitaria sustentada en ofertas. Pero pocos días antes de la fecha clave, es decir, del pasado miércoles, Walmart hizo pública una campaña similar, pero aún más agresiva que la de Amazon. Aunque la disputa entre estos dos gigantes por los consumidores on-line era un secreto a voces, nunca hasta esta semana se habían puesto las cartas sobre la mesa de una forma tan evidente. Walmart no solo ha imitado la campaña de Amazon sino que la ha mejorado y, sobre todo, ha criticado públicamente la estrategia de su competidor.

El pasado lunes, Fernando Madeira, consejero delegado de Walmart.com, escribió en su blog: «La idea de pedirles a los clientes que paguen dinero de más para ahorrar no tiene sentido para nosotros». Madeira ponía negro sobre blanco una idea que ronda por la cabeza de muchos en Estados Unidos y que es una crítica directa a la estrategia comercial de Amazon. Lo que estaba censurando el CEO de la división en Internet de Walmart era la mayor de las promociones de Amazon, llamada Amazon Prime. Esta oferta de Amazon consiste en una suscripción que cuesta alrededor de 90 euros anuales (99 dólares). Los clientes que se registran no deben pagar el envío de sus compras, que les llegarán en dos días y obtienen además una serie de ventajas en la suscripción de videoclub, música y libros.

La campaña de ofertas que Amazon lanzó para celebrar su aniversario esta semana estaba dirigida solo a los inscritos de la citada promoción porque la empresa fundamenta su estrategia comercial en aumentar esa base de suscriptores para contar así con clientes fieles. El contraataque de Walmart ha sido ofrecer una campaña similar de ofertas, pero abierta a todos los consumidores haciendo además hincapié en ello.

Lo que está detrás de todo esto es la forma en la que se vende en Internet. Y es que las compañías están todavía buscando las fórmulas que funcionen porque la metodología no es igual que en las tiendas físicas.

Confianza

Lo primero que necesitaron las empresas que venden por Internet fue ganarse la confianza de los clientes. Es decir, conseguir que la gente introdujera su número de tarjeta de crédito en una página web sin miedo a que le robarán ese número y con la seguridad de que aquello que estaba comprando les llegaría a su domicilio. Esa confianza ya está asentada y es el soporte del crecimiento de las compras on-line en los últimos años. Pero una vez resuelto ese que parecía el mayor problema, existen otros. 

El siguiente, y esa es la etapa actual, es el de las entregas. Porque ahora el reto de las ventas por esta vía es que los clientes no tengan que esperar días y días para disponer de lo que han comprado o desembolsar un dineral para tenerlo. Y ahí, en este avance, es en el que se enmarcan las campañas de promoción actuales. La mayoría de las empresas que venden por Internet tienen una política de envíos gratis para productos de un determinado precio. En el caso de Walmart, ese precio, hasta esta semana, eran 50 dólares (unos 45 euros). Amazon compite en esta área con su oferta Prime, es decir, cobrando una suscripción anual para que no haya que pagar por el envío de las compras. La idea detrás de esta promoción es clara: cuánto más se adquiera por la Red mejor resultará, en teoría, la oferta para el consumidor. Otras empresas han seguido la estela de Amazon y han puesto en marcha iniciativas similares. Y una de ellas fue el pasado mes de mayo cuando la propia Walmart que lanzó una suscripción anual de 50 dólares para evitar los pagos de envíos durante un año. Pero la campaña no ha debido funcionar como esperaba, porque la mayor de sus ofertas esta semana en la guerra contra Amazon ha sido volver al clásico. La oferta que ofrecía la cadena de minoristas eran envíos sin coste alguno para artículos por encima de 35 dólares, es decir quince dólares menos que el precio mínimo establecido con anterioridad, y anunciaban también que la mantendrán durante treinta días.

Promociones cada 10 días

Otra de las estrategias empleadas estos días en la guerra comercial entre Amazon y Walmart es la de convertir una fecha en «el mayor día de rebajas del año». Esa jornada ha sido en EE.UU. el llamado «viernes negro», el día siguiente a Acción de Gracias. Pero esa campaña ha comenzado a proliferar y este mes de julio está lleno de viernes negros, y lunes, martes, miércoles y cualquier otro día de la semana. Lo que caracteriza al viernes negro es que las tiendas ofrecen un número limitado de productos a un precio muy por debajo del normal. También estos días en las ventas on-line se encuentran esas ofertas. Nuevas oportunidades cada diez minutos que muestran importes de risa durante un corto espacio de tiempo.

Las devoluciones

El tercer escalón en esta carrera de ciberventas será el de las devoluciones, y EE.UU. es la meca. Los comercios proporcionan facilidades para devolver lo que se ha comprado y los norteamericanos lo hacen continuamente. En Internet es más difícil, pero los establecimientos están metidos en plena carrera para resolverlo. En el momento en que lo consigan, las ventas on-line no tendrán competidor posible. 

El comercio electrónico mundial alcanzó en el 2014 la cifra de 1,3 billones de dólares (1,1 billones de euros), un 22 % más que el año anterior. Y de esos 1,3 billones, 300.000 millones de dólares se debieron a las compras on line en EE.UU. Las previsiones son que dentro de tres años, esa cifra se aproxime al medio billón de dólares que representará un 11 % del total del comercio estadounidense. Un 11 % que, por lo que se ha visto esta semana, va a estar lleno de ofertas.