Un coleccionista gallego reúne en Lisboa cerámica china de incalculable valor

Begoña Íñiguez Lisboa

MERCADOS

El médico coruñés Francisco Freire expone en el centro cultural de Macao 200 de las 3.000 piezas milenarias

28 abr 2015 . Actualizado a las 19:20 h.

Francisco Freire, un médico de A Coruña que reside en Pekín desde hace más de 25 años y se plantea instalarse definitivamente en Lisboa, se ha convertido junto con su mujer, Jin Ying, en uno de los coleccionistas privados de cerámica china más importantes del mundo. Tras un cuarto de siglo de investigación y adquisición de piezas en los lugares más remotos de China, el sueño de Francisco es hoy una realidad. Hasta finales de octubre, 200 de sus casi 3.000 valiosas piezas de porcelana, gres y celadón vidriado de la dinastía Song, Ming y Qing se pueden contemplar en el Centro Científico y Cultural de Macao de la capital lusa. Pabellón de paz y serenidad ha sido el título elegido para la muestra cuyo comisario es Robert D. Mowry, uno de los más reputados especialistas mundiales en cerámica asiática y curador emérito de arte chino de los Museos de Arte de la Universidad de Harward.

El Centro Científico y Cultural de Macao, uno de los museos más interesantes de Lisboa aunque poco visitados por los turistas, acoge hasta el 21 de octubre una exposición única e irrepetible que reúne más de 200 piezas de cerámica que abarcan desde la dinastía Song (960-1279) hasta las dinastías Ming y Qing (XV-XX) y son de propiedad del coleccionista gallego Francisco Freire y de su esposa Jin Ying. Es el propio Francisco quien guía a La Voz y explica que su sugerente título Pabellón de paz y serenidad, procede de la inscripción de una de las jarras de la colección. «Se trata de una pieza de cerámica popular china», dice, «aparentemente sencilla en sus formas. Su contemplación nos transmite mucha serenidad y armonía y por eso la hemos elegido como nombre de esta exposición, que es un sueño de toda una vida».

«Aunque si algo me hace emocionarme», dice Francisco es que «las más de 3.000 piezas de cerámica de la dinastía Song que tenemos, tras 25 años de búsquedas por anticuarios de la China más remota, se encuentren todas juntas, aquí en Lisboa, en el Museo de Macao. Y que haya aceptado ser comisario de la exposición Robert D. Mowry, curador emérito de arte chino de los Museos de Arte de Harvard».

ESTÉTICA

Al contemplar la exposición, lo que más llama la atención es que los cánones estéticos del período Song, estamos hablando de los siglos X hasta el XIII, coinciden con los nuestros actuales. Los vidriados cromados, que varían según la cantidad de óxido de hierro introducido en la mezcla, y van desde el bellísimo celadón azulado, verdoso, grisáceo, el marfil, hasta otro más oscuro que nos recuerdan al arte contemporáneo. Francisco Freire explica «esto se debe a que la técnica depurada empleada, a pesar de su dificultad, se mantiene viva mil años después y demuestra que el arte es universal aunque nos separen mil años».

La segunda parte de la exposición se compone de piezas con colores más llamativos, pertenecientes al período de las dinastías Ming y Qing, desde el siglo XV hasta comienzos del XX. Para Freire, este cambio obedece «a la diferencia radical entre las dinastías. Mientras los ceramistas del período Song, próximos al Budismo, se inspiraban en la naturaleza, los de de las estapas Ming y Qing tenían otra filosofía de trabajo, menos depurada, que se refleja en las piezas más brillantes y ornamentadas».

Cuando le preguntamos al coleccionista por el valor estimado de todas sus piezas declara: «Incalculable artística y monetariamente. Es la historia viva de una cultura milenaria».

El médico Francisco Freire (a la izquierda) con otros comisarios de la exposición de cerámica. Freire, afincado en Pekín y casado con Jin Ying, piensa asentarse en Lisboa | b.i.