Covasolutions da soporte a las empresas españolas que dan el salto a EE.UU.Galicia, el mejor entorno

? Olga Suárez

MERCADOS

Esther Diz transformó su empresa de traducción en un servicio integral para la internacionalización

31 mar 2015 . Actualizado a las 07:14 h.

«El empresario español no necesita que le enseñen dónde está la puerta para hacer negocios en Estados Unidos, necesita alguien que se la abra». Esta frase de la emprendedora coruñesa Esther Diz resume perfectamente el trabajo de Covasolutions.

Su proyecto empezó con la parte lingüística; Covalingua LLC daba soporte de traducción especializada y de orientación cultural a los expatriados que llegaban a la costa este estadounidense. Pero según pasaban los años, sus clientes iban más allá en el asesoramiento que requerían, «porque el desconocimiento del entorno empresarial, social y cultural les salía caro a los recién llegados», explica.

Así, su actividad se centra en dar apoyo a la internacionalización entre España y EE.UU., desde la adaptación de estrategias, la formación en los modos de negocio, las opciones del servicio, la comunicación en una lengua diferente o la búsqueda de socios inversores. Toda una serie de procesos básicos para incorporar un producto en un mercado nuevo y que resultan costosos y complicados cuando se trata de un entorno desconocido. Y Esther Diz dice aprovechar dos herramientas que dan valor a su trabajo: una red de contactos y lo que denomina «método de trabajo americano», que es la forma de llevar a cabo los negocios que conoció y aprendió a lo largo de los años, hasta el punto de llegar a ser representante de la junta directiva de las pequeñas empresas de la cámara de comercio de Filadelfia.

En la actualidad, Covasolutions cuenta con 84 clientes, de los que 28 son gallegos. Tienen un perfil muy diverso, «desde bodegas pequeñas, hasta pymes y agencias de internacionalización españolas que nos subcontratan», concreta Diz. Para atender todas estas gestiones, la empresa está formada por un office manager, una persona de contabilidad y un equipo de 70 colaboradores freelance. «Tenemos una estructura flexible que nos permite reducir costes y crear equipos ganadores en cada caso». Porque además, Diz reconoce que no se puede generalizar a la hora de definir las necesidades de cada cliente. «Las dificultades son diferentes, pese a que el término internacionalización se utiliza indistintamente». Y diferencia entre dos tipos de barreras: las económicas y las culturales.

Nuevas facetas

Pero además, esta emprendedora gallega acaba de ser nombrada intérprete jurado de francés-español-francés por el ministerio de Asuntos Exteriores. «En Estados Unidos aprendí que una persona no tiene que limitarse y que las facetas profesionales pueden ser heterogéneas». Y afirma que la traducción «al igual que la docencia» es una ventana al aprendizaje continuo.

Coruñesa con raíces ourensanas y madrileñas, Esther Diz vive a caballo entre Estados Unidos y España desde 1999. Pese a que es residente permanente americana, desde hace tres años pasa la mayor parte de su tiempo en Galicia. «Es el lugar que he escogido para criar a mis hijos y aquí he decidido afrontar mi segunda maternidad, de la que me estoy reincorporando», explica. Tras pasar temporadas en Inglaterra, Irlanda, Francia y EE.UU., piensa que «Galicia es un excelente entorno para tener una familia». No obstante, quiere que sus hijos estén en contacto directo con otras culturas e idiomas.

Esther Diz, que vive a caballo entre Estados Unidos y España, en la Escuela de Finanzas de Oleiros | paco rodríguez