«Fuimos la segunda firma de Galicia con plan de igualdad»

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El gigante de la biotecnología Lonza, con sede en Basilea, cuenta con más de 10.000 trabajadores repartidos por todo el mundo. Trescientos de ellos están en Galicia y han logrado convertir su lugar de trabajo en un centro pionero en políticas de igualdad. El año pasado fue destacado entre 1.500 entidades en los premios Empresa Flexible patrocinados por el Ministerio de Sanidad

18 feb 2015 . Actualizado a las 18:54 h.

Poca gente sabe que en el corazón de O Porriño hay hueco para la biotecnología. Una de las principales empresas del sector, Lonza Biologics, tiene allí una sede con más de 300 trabajadores. De ellos, casi la mitad son mujeres, una cifra que también se lleva al comité de dirección, donde la presencia femenina alcanza un 40?%. Parte de esa estadística es María Santos Aguado, que ocupa el cargo de directora de Recursos Humanos desde el año 2007 después de pasar por firmas como Zéneca Farma, Equifax y Seinca.

-Llegó hace ocho años, en pleno cambio de propiedad, cuando Lonza compró la planta a Genentech.

-Fui de las primeras incorporaciones de la nueva etapa. Fue una decisión importante dejar Madrid y venir aquí, pero me gustó la posibilidad de cerrar el círculo y estar en una empresa de producción, no solo de servicios.

-Además, forma parte del comité de dirección.

-Tengo una larga trayectoria en comités de dirección. Cuando empecé aquí, fue la primera vez que estaba con más. En el 2007 éramos dos, ahora somos cuatro de nueve. Pero aquí las personas se han promocionado por su profesionalidad, no por cuotas. Nunca he trabajado con ellas y mi experiencia en la vida es que nunca he tenido problemas para promocionar por ser mujer.

-Poco a poco el sector empieza a ser menos desconocido.

-En los últimos años cada vez se habla más, aún así creo que en Galicia no se es consciente de la empresa y su importancia. Somos la mayor multinacional de biotecnología de España. Es un sector en auge con un nivel de recursos elevado. Nuestros trabajadores están muy bien formados, el 84?% son titulados y además es una plantilla muy sólida. Esto está muy reconocido dentro del grupo porque aquí tenemos un índice de rotación muy bajo. La mayoría del personal se incorporó en el 2002 y fue su primer trabajo. Eso les hizo adquirir mucha experiencia en todo este tiempo y la importancia de ese conocimiento es tal que ahora lo exportamos a la planta de Singapur, por ejemplo.

-¿Por qué la rotación es tan baja en O Porriño?

-Tras una compra, la mentalidad de los trabajadores suele ser «a ver si me quedo aquí». El objetivo es que el empleado, tras la fase de integración, pase a decirse «me quiero quedar aquí». Eso dura no menos de tres años.

-¿Cómo se logra infundir ese deseo en la plantilla?

-Las condiciones de trabajo son esenciales para que el empleado quiera quedarse. En el 2009 fuimos la segunda firma de Galicia con un plan de igualdad, tenemos un convenio propio pactado al 100?% con el comité de la empresa. El proceso ha sido muy novedoso porque hay empleados de todos los niveles en diferentes comisiones de seguimiento. El objetivo era adaptar las realidades de los empleados y las empresariales. Y los detalles son importantes: todos los meses realizamos un desayuno con los trabajadores que están de cumpleaños. En Navidades, tenemos una fiesta con los hijos de todos, hay concurso de postales navideñas, regalos... En el último convenio aprobamos un horario de entrada flexible, valoramos los resultados y la autogestión del empleado.