La necesidad de cuidado a los mayores empuja a Galicia a innovar en tecnología

Carlos Punzón
c. punzón VIGO / LA VOZ

EL MAYOR PROBLEMA DE GALICIA

La profesora de Fisioterapia Raquel Leirós ha puesto en marcha un sistema para prevenir caídas
La profesora de Fisioterapia Raquel Leirós ha puesto en marcha un sistema para prevenir caídas M.MORALEJO

La universidad impulsa sistemas para ganar movilidad y detectar y evitar caídas

26 feb 2018 . Actualizado a las 11:33 h.

Si Galicia tiene algo asegurado es que en el futuro inmediato necesitará de más manos para atender a los mayores y cabezas que ideen herramientas y sistemas para la atención de un grupo de población en el que se encuentra ya uno de cada cuatro habitantes de la comunidad. La universidad gallega se está tomando al envejecimiento como un campo por explorar y explotar, y en los últimos meses ha aportado varias propuestas para hacer la vida más segura y cómoda a los mayores, circunstancia en la que trabajan también cada vez más empresas.

prevenir caídas

Desde Pontevedra. Raquel Leirós, profesora de la facultad de Fisioterapia de Pontevedra, estima que entre el 30 y el 40 % de las personas mayores sufrirán al menos una caída al año. Prevenirlas para preservar la salud de los mayores y rebajar el consiguiente trastorno personal y familiar que originan las caídas y el gasto que provocan (ingreso hospitalario, intervenciones, prótesis y rehabilitación) le ha llevado a avanzar en la valoración del equilibrio de los ancianos para atender las causas que provocan su inestabilidad.

Leirós analizó la estabilidad en 174 mujeres de entre 45 y 85 años, «pues aunque se caen menos que los hombres, las lesiones son mucho más graves a causa de la osteoporosis y el deterioro fisiopatológico que conlleva la menopausia», explica. Mediante tres sencillas pruebas (pata coja sobre el suelo, sobre una colchoneta y con los ojos cerrados) y la colocación de un acelerómetro sobre el cuerpo de las voluntarias, Raquel Leirós recogió las alteraciones de velocidad en la marcha y los movimientos bruscos y poco armónicos que pueden denotar predisposición a perder la verticalidad. Los resultados darán lugar a una tabla de referencia y unos percentiles por los que cada sanitario podrá advertir la existencia de un riesgo de caída en sus pacientes y derivarlos a quien pueda rebajar esa predisposición: oculistas, neurólogos, traumatólogos u ortopedias.

Las publicaciones que se han hecho eco de las pruebas están concitando mucho interés, apunta Raquel Leirós, que también ha recibido la atención de una firma de acelerómetros, un sencillo dispositivo que deberían incorporar los centros de salud u hospitales para hacer las pruebas a sus pacientes.

contra la fragilidad

Desde A Coruña. Galicia cuenta con una red de investigación de la fragilidad en las personas mayores que coordina desde la Universidade da Coruña el equipo liderado por el profesor doctor José Carlos Millán Calenti. Su trabajo se centra en detectar a las personas frágiles, las que han perdido capacidad de actividad y masa muscular que les lleva a menguar su capacidad funcional, sufrir caídas, morbilidad, hospitalización y, en muchos casos, la muerte. La red de investigación ha recogido información de la situación de los mayores en Galicia, y sus primeros datos apuntan que entre un 10 y un 20 % es prefrágil, y llega al 50 % en los mayores de 85 años. El equipo pone en marcha medidas de intervención física y alimentarias para que esos individuos prefrágiles no se conviertan en frágiles. El norte de Portugal y el complejo gerontológico La Milagrosa de A Coruña acogerán desde marzo experiencias piloto que consistirán en la utilización de máquinas específicas para mayores que mejoren su masa muscular, los hagan más robustos y les dote de mayor independencia. En lugar de tablas de gimnasia las máquinas movilizan músculos, adaptándose incluso a las peculiaridades motrices de cada persona. Los datos que se obtengan permitirán crear protocolos de actuación para prevenir la fragilidad en los mayores.

robot de vigilancia

Desde O Porriño. La empresa Ledisson, especializada en programación de robots, está desarrollando una unidad ideada para acompañar a los mayores y alertar a familiares o sanitarios de que su usuario ha sufrido una caída, un desvanecimiento o incluso una súbita subida de tensión. Aidbot, que es como se ha bautizado al robot, podría ver la luz en fase de prototipo este verano. Sus promotores lo consideran ideal para ejercer de vigilante de los mayores en residencias, dándole incluso conversación a estos cuando se encuentren con él, o reforzando programas de refuerzo visual y auditivo a personas con alzhéimer. También serán útiles en domicilios, al contar con la posibilidad de conectarse a Internet y enlazar con centros sanitarios, entre otros.

Alerta por accidentes

Desde Ourense. Jesús Darío Romero, ingeniero de sistemas que culminó su tesis doctoral en la escuela de Ingeniería Informática de Ourense, ha creado un modelo que permite detectar las caídas de las personas en tiempo real y alertar al personal que esté al cuidado del mayor para agilizar los tiempos de atención y evitar que puedan quedar sin asistencia en un momento que puede llegar a ser grave. El sistema se basa en una imagen de vídeo que identifica el fondo de la escena y hace un seguimiento de la persona, y si detecta su caída emite una alerta a su cuidador. El algoritmo de detección de caídas consta de cuatro pasos y su mayor avance es la definición del espacio de color que rodea al sujeto y nuevas formas de procesar las imágenes, con luminosidad y colores por separado.

El 43 % de los mayores que usan Internet piden ayuda una vez a la semana

Mientras la tecnología investiga y avanza en el cuidado y atención de los mayores, los grupos de más edad se van sumando al uso de las herramientas que esa misma tecnología pone a su servicio para ganar en conectividad y comodidad. La Universidad CEU San Pablo ha llevado a cabo un estudio del perfil de uso que los mayores hacen de Internet, para lo que han encuestado a casi mil personas en Galicia, Madrid y Granada. El 43 % de ellos tienen la necesidad de hacer consultas para resolver problemas sobre su uso una vez a la semana, y el 90 % requieren esa ayuda al menos una vez al mes. La mayoría acude a sus familiares para resolverlos, aunque ocho de cada diez mayores han accedido a Internet a través de cursos especializados. De media, cada mayor usa el ordenador 2,2 horas al día.

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