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El bajo precio de la volandeira enturbió el arranque del bou de vara en Galicia

rosa estévez / j. m. jamardo AROUSA, RIBEIRA / LA VOZ

SOMOS MAR

Rianxo está dispuesta a tirarla al mar si vuelve a caer por debajo del euro

03 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde ayer, en la ría de Arousa se puede pescar con bou de vara, un arte tradicional, remolcada desde embarcación y que se emplea para la captura de especies variadas, pero, sobre todo, volandeira, esa sosias de la zamburiña por la que a veces incluso se hace pasar. Son 86 embarcaciones arousanas las que disponen de pérmex para faenar con bou de vara, pero no todas decidieron sumarse a la campaña. Según fuentes de la Consellería do Mar, despacharon 63 embarcaciones de distintos puertos de la ría de Arousa -única en la que se emplea esta arte-, pero con marcado dominio de rianxeiros y cambadeses.

Iniciaron la campaña con mucha incertidumbre en el cuerpo, especialmente inquietos con la situación sanitaria del país y la respuesta que tendrán los mercados al producto que obtengan. Y el resultado no calmó el desasosiego. Muchos marineros admitieron abiertamente su decepción, sobre todo por la cotización de su principal especie objetivo, la volandeira. La más barata se vendió a apenas un euro el kilo en la lonja de Rianxo y a 1,10 euros, en Tragove, donde venden los de Cambados.

De este último puerto fueron unas 35 embarcaciones las que pusieron a la venta sus capturas en la rula. La volandeira capturada en esta primera jornada sumó 2.894 kilos, que se vendieron a un máximo de 5,10 euros. Sin embargo, esa cotización fue alcanzada por muy pocos lotes, pues la mayor parte del producto era de tamaño pequeño. Así, el precio mínimo cayó hasta 1,10 euros y el medio quedó fijado en 1,78. El patrón mayor de Cambados, Ruperto Costa, confía en que la apertura de nuevas zonas permita a la flota traer a tierra un marisco de mayor tamaño en los próximos días y eleve los precios.

La situación en Rianxo fue similar en la apertura del bou. También alijaron sus capturas unos 30 barcos que vendieron unas 2,5 toneladas de volandeira. Y aunque hubo partidas que llegaron a pagarse a 7 euros el kilo, un problema informático vino a complicar la jornada, pues retrasó todo el sistema de subasta e incluso «provocou que baixase o prezo máis do previsto», señaló Miguel Iglesias, patrón mayor de Rianxo.

Iglesias se mostró indignado: «Nós nun principio puxemos un prezo mínimo de 1,5 euros o quilo. Onte caeu ata o euro, polo que, se non se recupera, miraremos o que imos facer, non descartamos incluso devolver o produto ao mar pois non podemos permitir esta situación».

La cotización ha sido un duro golpe para la flota rianxeira, según el patrón mayor, pues «esperábamos que se pagara algo máis». Iglesias comentó que en la jornada inaugural, la mayoría de las embarcaciones cogieron los topes -50 kilos por marinero-, aunque el tamaño no es el más adecuado. Aún así, «non hai moita e incluso é de peor calidade que o ano pasado», explicó.

El bou de vara es un complemento importante para la flota rianxeira, según Iglesias, pues les permite faenar unos seis meses al año con este arte de pesca. La mayor parte del producto se vende para conserveras de la zona.

Pero no solo de volandeira se mantiene la flota -aunque casi-. En la rula rianxeira también se vendieron otras especies capturadas con este arte, aunque fuese en cantidades testimoniales. Así, se subastaron 200 kilos de chopo, a una media de 9,75 euros. La nécora tan solo se pudo ver en pequeños lotes, al ponerse a la venta 15 kilos con un precio medio de 11 euros. También hubo algo de fanecas, lorchas, escachos y un espectacular lumbrigante.