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Orpagu suma a sus 40 espaderos otros 30 lusos y refuerza a Galicia como líder

E. a. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Entre ambas flotas facturan 52,5 millones y emplea a más de mil tripulantes

18 feb 2021 . Actualizado a las 23:36 h.

No es casual que cuando se habla de pesca de tiburón -así en genérico y casi siempre sin buena intención- se señale a Galicia. Ni que se apunte al puerto de Vigo como principal mercado de cuerpos y aletas de escualos. No podía ser de otro modo, teniendo como tiene la comunidad la mayor flota de palangreros de superficie, que vende en la lonja viguesa el pez espada, el marraxo y quenlla que captura tanto al norte como al sur del Atlántico, como al este y al oeste del Pacífico y en todo el Índico.

Pues más que lo va a ser a ahora. La Organización de Palangreros Guardeses (Orpagu), agrupación transnacional de productores que representa a 40 embarcaciones gallegas o de capital gallego, ha incorporado a sus filas a otras 30 embarcaciones tras suscribir un convenio de colaboración con Vianapesca, la Cooperativa de Armadores de Pesca Artesanal de Portugal y la Asociación de Armadores de Peniche, buques que, como los de A Guarda, tienen el pez espada y la tintorera por especies objetivo. Y en las cláusulas de ese acuerdo de incorporación se especifica que «las unidades lusas deberán vender su producto en Vigo, lo que repercutirá en la actividad económica y movimiento de la lonja», explica Orpagu en una nota de prensa.

Así las cosas, cuando está a punto de cumplir un cuarto de siglo en funcionamiento, la entidad de A Guarda se convierte en la organización europea líder en el sector del palangre de superficie.

En el plano económico, las cifras de la alianza son importantes: entre ambas flotas facturan 52,5 millones de euros, proporcionan empleo directo a más de un millar de tripulantes, y comercializan casi 5.500 toneladas de pez espada, la principal especie a la que se dirige este segmento de flota con marcado poderío galaico-portugués.

Y en el ámbito institucional, los firmantes del acuerdo refuerzan la figura de Orpagu como organización representativa del palangre de superficie europeo en aquellos organismos en los que se adoptan las decisiones de gestión. Y es que el objetivo de esta «unión de la flota ibérica es más ambicioso del plasmado», exponen porque los armadores de A Guarda y sus socios portugueses consideran «que la gestión de los recursos mejora cuando la flota comparte intereses».

Gestión sostenible

Orpagu, al igual que las asociaciones portuguesas, saca pecho por haber destacado siempre por su transparencia y gestión sostenible, cualidades que le han permitido llegar en muy poco tiempo a un entendimiento para formar esta alianza. En este sentido, todos los armadores son conscientes de que la supervivencia como organización depende de cómo actúen ante los nuevos retos que plantea la actividad pesquera, ya sea en tecnología, como en información y respeto al medio marino.

Desde Orpagu señalan al respecto la necesidad de remar todos en una misma dirección: «Debemos trabajar juntos para alcanzar una conciencia global, protectora de los océanos, de la naturaleza y de la biodiversidad», asegura su presidente Joaquín Cadilla. Este apunta que se trata, sin duda, «de una buena noticia para el sector del palangre, en un momento complicado por la caída de precios de las capturas y las dificultades en el comercio que ha impuesto la pandemia».

Orpagu espera que estos datos, que refuerzan el carácter transnacional de la organización, animen a Bruselas a darle todo el sentido a esta «transnacionalidad», reconociendo los mismos derechos de los socios, independientemente del país al que pertenezcan.