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Las orcas Gladis reaparecen... en Portugal

E. A. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Un grupo internacional de expertos en mamíferos marinos ha conseguido finalmente identificar a estas orcas
Un grupo internacional de expertos en mamíferos marinos ha conseguido finalmente identificar a estas orcas Rafael Fernández | Francisco Gil

Interactuaron con un velero que se dirigía a Gibraltar a 20 millas de Oporto

13 oct 2020 . Actualizado a las 19:11 h.

En Galicia no se sabe nada de las Gladis desde el 30 de septiembre. Ni del quinteto ni de las otras ocho orcas que han sido vistas este verano surcando aguas gallegas. Las Gladis se cruzaron en Camariñas con el Idrora Ator, dejando paralizados de pánico durante horas a sus tripulantes, que no se atrevían a poner de nuevo en marcha el velero. Pero un día después, con octubre ya en el calendario, desaparecieron sin dejar rastro. Salvamento dejó de recibir avisos de interacciones de ese grupo de orcas que este año están mostrando un comportamiento tan anómalo que incluso obligó a restringir la navegación por buena parte de la costa gallega a los veleros de tamaño mediano, los más deseados por la peculiar manada de cetáceos. 

Y no se han vuelto a ver por estas latitudes porque han cambiado Galicia por Portugal. Han reaparecido, para sorpresa de todos, a 20 millas de Oporto. Se las ha encontrado el Desert Rose, un barco de recreo, de 13 metros de eslora, que colgó en Internet su encontronazo con la manada. En el vídeo la tripulación cuenta que había zarpado de Francia con destino a Gibraltar y, como tenían noticias de las correrías de las Gladis, en cuanto doblaron el golfo de Vizcaya, navegaron ojo avizor. Hasta que las avistaron el día 4.

Las orcas repitieron su guion: dos se acercan de forma silenciosa, empiezan a nadar por debajo del velero y continúan golpeando el casco y el timón. «Fue aterrador», se escucha en la narración de los tripulantes del Desert Rose. Estos acataron los consejos de los guardacostas portugueses, que les recomendaron apagar los aparatos de navegación hasta que las Gladis desistiesen, como así hicieron horas después. «No sabemos si estaban jugando con nosotros, pero desde luego no es una experiencia que quisiéramos repetir», narra un navegante, el mismo que se maravilla de ver tan hermosas criaturas... que es mejor observar de lejos.

 Amarrado en Gibraltar

El Desert Rose pudo continuar su ruta sin dificultad y sin que entrase agua en el barco. Este fue revisado en Gibraltar y, aunque no se pudo realizar una inmersión para comprobar el estado del timón, a simple vista los desperfectos no parecían muchos.

Alfredo López, del Cemma (Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños), apunta que es difícil decir con rotundidad que se trata de las Gladis, pero es lo más probable. ¿Qué hacen en Oporto? ¿No es extraño que hayan bajado hacia el sur cuando se supone que van hacia el norte detrás del atún? «Estrano é todo o que fixeron este ano, así que xa non hai nada que consideremos estrano», señala López.

Aventura dos teorías: que hayan detectado un grupo de túnidos más rezagados en su ruta hacia al norte y que hayan ido en su busca o que las orcas estén de regreso para pasar el invierno en Gibraltar.