Mascarilla en la playa: obligatoria si se trabaja, recomendable si se toma el sol

Con tanta medida, contramedida y restricción para evitar la propagación del covid-19, lo cierto es que hay quien no sabe cuándo ha de llevar mascarilla y cuando no en según qué espacios. Es el caso de la playa, según hizo ver la diputada nacionalista Rosana Pérez, que incluso presentó una proposición no de ley en el Parlamento de Galicia para instar a la Xunta a aclarar si las mariscadoras de a pie están o no obligadas a faenar con mascarilla si guardan la distancia de seguridad.

Porque no todas las productoras lo tienen claro. Ni la misma Pérez, si se va al caso. Esta explicó en la Comisión de Pesca que la Xunta puso unas medidas el 12 de julio, que modificó el 25 y, en medio, el 17 dictó otras. Y las que decidió en este último Consello atañen a las playas y piscinas. En estos espacios, no se exigirá mascarilla «durante o baño e mentres se permaneza nun espazo determinado, sen desprazarse, e sempre que se poda garantir o respecto da distancia de seguridade interpersoal entre todas as persoas usuarias que non convivan». Sí será obligatoria al acceder al arenal -o a la piscina- y en los paseos. Se entiende, entonces, que en el agua, si hay suficiente separación, no se necesitaría el elemento de protección.

Sin embargo, cuando arrancó la campaña marisquera, los accesos a los bancos naturales aparecieron sembrados de carteles informativos de la Xunta sobre prevención y salud laboral ante el coronavirus con instrucciones tanto para el marisqueo a pie como a flote. Y para los que no van en barco a mariscar, «o uso de máscara é obrigatorio aínda que se estea ao aire libre e se poida garantir a distancia de seguridade interpersoal de 1,5 metros», recuerda Pérez.

Material adecuado

Con toda esta confusión, no es extraño que, según la nacionalista, unas cofradías digan a sus socias que sí es obligatoria y otras que no. Por eso Pérez urgía a la Xunta a ser más precisa sobre el uso de la mascarilla en las playas. Y, de ser obligatoria, el Gobierno gallego debería «proporcionarlle aquelas cuxo material de protección sexa adecuado para o medio mariño», pues las quirúrgicas, desde luego, no son las más apropiadas.

No tuvo éxito la proposición de Pérez. No la apoyó ni el PPdeG, ni el PSdeG, que se abstuvo. Los populares votaron en contra por una razón que a Elena Suárez le llevó explicar «20 segundos ou menos». Porque «tal e como está a normativa laboral, o uso da máscara é obrigatorio aínda que se poida gardar metro e medio de distancia, non sei onde se ve a dúbida». Y como le sobraba tiempo aprovechó para decir que, para confusión y contradicciones en esta pandemia, el Gobierno central. Que a la Consellería do Mar todavía no ha ido la primera mariscadora a pedir aclaraciones.

A Julio Torrado, del PSdeG, pedir una clarificación a la Xunta le pareció bien, pero ya no tanto cargar a las arcas autonómicas con el coste de las mascarillas adaptadas al medio acuático, pues había que hacer lo mismo con otros muchos autónomos, como, por ejemplo, los panaderos, que con las temperaturas a las que exponen el rostro las quirúrgicas tampoco son las más apropiadas, de ahí la abstención de su grupo. Claro que Pérez está en la Comisión de Pesca y, por tanto, saca a colación «os problemas da pesca, non dos panadeiros». Aparte de que la Xunta ya repartió mascarillas gratis por lonjas y cofradías, así que no pasaría nada porque lo volviese a hacer pero con otras de material más resistente al agua.

Si no han llegado quejas a la Xunta serán que todas las ha recibido al BNG, que se ha limitado a llevar al Parlamento «a inquietude do sector», porque, de hecho, aseguró que «houbo confrarías que informaban que a mascarilla no era obrigatoria», como tampoco lo es para tomar el sol o darse un baño.

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