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Conxemar cancela la feria de Vigo y se piensa si seguir adelante en Bruselas

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Oscar Vázquez

Pospone al 2021 la siguiente edición, para la que espera disponer de 5.000 metros más

08 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Ni Bruselas, ni Boston y, finalmente, ni siquiera Vigo. Las principales ferias internacionales de pesca se han caído este año del calendario, tan víctimas del covid-19 como en su día lo fue el Mobile de Barcelona, paciente cero de una pandemia que tiene entre sus medicinas un distanciamiento social difícil de garantizar en un certamen que reúne en 31.500 metros cuadrados a más de 35.000 personas, como es el caso de Conxemar en Vigo.

Esta feria, especializada en productos del mar congelados, ha sido la última en escribir el cartel de cancelado. Lo colgó ayer, tras la deliberación de su junta directiva, que sopesó una situación dominada por la incertidumbre: si habrá rebrote, si llegará la vacuna, si se podrán garantizar las medidas de seguridad, si seguirán vigentes las restricciones a la movilidad entre países, clave para una feria que de segundo nombre tiene internacional.

Tras haber consultado a la mayoría de los expositores -Conxemar ya había completado e aforo antes de cerrar las puertas de la anterior edición- y estudiar la evolución de la pandemia en España y en los países más fieles al certamen, pareció más sensato dejar para el 2021 la vigésimo segunda edición de la feria viguesa, más o menos en las mismas fechas que había previstas para este año. Será los días 5, 6 y 7 de octubre.

Ni que decir tiene que la organización lamenta profundamente haber tenido que tomar esa decisión, pues es consciente «de lo que significa para nuestros clientes y a nivel económico para nuestra ciudad» una feria entre cuyos pabellones se mueve un negocio cercano a los 2.000 millones de euros, según los cálculos de la propia Conxemar.

Ampliación del Ifevi

Eso sí. Con el aplazamiento ya no debería haber excusa para hacer efectiva la ampliación del Instituto Ferial de Vigo (Ifevi): «Esperamos poder contar con los 5.000 metros cuadrados solicitados», plasman en el comunicado en el que comunican la decisión de suspender el certamen de este año.

No es la única resolución que deben adoptar los miembros de la junta general de Conxemar. Después de que anunciasen que a partir de este año la feria de Vigo tendría un epílogo en Bruselas -toda vez que Diversified ya ha hecho las maletas con su Expo Global Seafood para mudarse a Barcelona-, ahora toca decidir si posponer ese evento que, de esta manera, más que un colofón sería una especie de prólogo. Porque desde la organización subrayan que la Conxemar de Bruselas sería complementaria a la de Vigo, que seguiría siendo la principal.

Que la dirección de la feria viguesa se decidiese a cubrir el hueco que dejó en Bruselas la que también firma el certamen de Boston se debe a que muchos expositores se resistían a perder la cita belga y eran reticentes a cambiarla por Barcelona. Así, Conxemar aprovechó la oportunidad para «ofrecer un evento seguro, asequible y prémium focalizado en los productos pesqueros europeos», explicaba Jean-Noel Calon, responsable de márketing de Conxemar Brussels, en una entrevista publicada en la revista de la asociación. Pero lo que definía en ese texto como «nuevo desafío emocionante» quizá tenga que esperar. Lo decidirá, probablemente hoy, la junta directiva.

La hostelería de la provincia estima 12 millones de pérdidas

Era lo que faltaba para coronar un 2020 atroz para la población en general y la hostelería en particular. «Es evidente que el impacto es muy grande, ninguna feria mueve en Galicia a tal cantidad de gente». El presidente de la asociación de hostelería de la provincia de Pontevedra, César Ballesteros, estima en más de 12 millones el impacto que tendrá en el sector turístico la suspensión de la edición de Conxemar que se iba a celebrar en la segunda semana del mes de octubre.

El certamen no solo supone un segundo agosto para hoteles, restaurantes, bares y locales de ocio nocturno, también se resentirán el transporte -público y privado-, servicios turísticos y hasta las tiendas de recuerdos.