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El desánimo cunde entre algunos marineros que llevan más de 7 meses embarcados

E. A. LA VOZ

SOMOS MAR

SIMÓN BALVÍS

Los armadores piden la implicación del Gobierno para poder relevar a unos 300 marineros que todavía no han podido ser reemplazados

05 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando el Gobierno confinó a la población española en sus hogares, había quien ya cumplía su particular reclusión en el barco. La recomendación del Ejecutivo fue que alargasen al máximo posible las mareas para ayudar a contener la propagación del coronavirus. Esa prolongación ha provocado que alguno de los 300 marineros que están a la espera de ser relevados de sus buques de pesca lleve más de 7 meses embarcado, sin pisar tierra firme. Y lo que es peor: sin perspectivas de un inmediato relevo, con lo que los ánimos ya flaquean.

Los armadores, con el apoyo del comité de crisis, la colaboración de la Secretaría General de Pesca y la de algunas Embajadas de España en terceros países, están trabajando para facilitar el reemplazo de esos más de 300 tripulantes españoles que permanecen a bordo de sus pesqueros, en alta mar, desde el inicio del estado de alarma. Se trata, sobre todo, de unidades de las flotas atunera congeladora, marisquera y de palangre de superficie. Algunos esfuerzos han tenido éxito, como el caso del puerto de Victoria, en Seychelles; en Mauritania, donde se han renovado las tripulaciones del fresco; en Senegal y Costa de Marfil. Pero siguen pendientes reemplazos de tripulaciones de buques en Azores, Namibia, Angola, Perú, Papeete, Sudáfrica, Uruguay, Madagascar o Isla Mauricio.

Los armadores solicitan un esfuerzo adicional al Gobierno español y a las embajadas y consulados de los países afectados para la gestión de vuelos y permisos que agilicen los relevos pendientes, siendo conscientes de que dependen de los terceros países.