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La patronal pesquera pide a la distribución que apueste por el producto español

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

El secretario general de Cepesca aboga por bajar impuestos, entre ellos el IVA del pescado, y pide que no se tumbe la reforma laboral que «ha permitido crear miles de puestos de trabajo»

18 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En esa mirada al futuro que estos días está echando la CEOE en una cumbre empresarial, ayer observó a través de los ojos del sector agroalimentario, que se ha revelado esencial en esta crisis. Una perspectiva en la que, por más que a veces se olvide, se encuentra la pesca. Y esta la ofreció Javier Garat, secretario general de Cepesca, la patronal pesquera, que en esta pandemia ha perdido a su presidente, Amador Suárez, víctima del covid-19, para el que los ponentes tuvieron un recuerdo.

Garat llamó a «afrontar con decisión y unidad la hecatombe social y económica que se avecina» y para eso es preciso «aparcar la improvisación, la ideología y la propaganda» y «actuar con humildad», con un plan estratégico claro, trabajando con las empresas para darles seguridad jurídica y liquidez. «Necesitamos que nos bajen los impuestos, no que nos los suban; y que no se tumbe la reforma laboral que ha creado miles de puestos de trabajo y que se apoye a las empresas y trabajadores, pues cuantas más caigan, más dura será la recuperación».

Otro reto que tiene la pesca por delante es conseguir aumentar el consumo de pescado, que en 12 años ha retrocedido en más de un 20 % a pesar de que el precio en primera venta es bajo. Por eso insistió en pedir la reducción del IVA de un 10 al 4 % y realizar campañas de promoción del producto. A la distribución, también una demanda: «que den prioridad al pescado capturado por la flota española», pues «hay que ayudarnos los unos a los otros».

Y si no es español, al menos que sea comunitario, una flota que está regulada por más de mil normas y que se ve obligada a competir con otras banderas, que tienen unos estándares sociales, económicos y medioambientales mucho más bajos y que, sin embargo, envían sus productos al mercado comunitario, en muchos casos, como son los lomos de atún de China, incluso en parte sin aranceles.

Eso dio pie a Garat a pedir a la Unión Europea y al Ministerio de Transición Ecológica un cambio de rumbo en la «política verde de escaparate», que lo único que hace es «exportar la deuda ambiental de la UE a otros países e importar los productos de otros con estándares más bajos».