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Alemanes de regreso del Caribe, de los primeros en llegar por mar a Galicia

e. abuín / m. rodríguez REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

PEPA LOSADA

Náuticos gallegos esperan «con los brazos abiertos» la llegada de turistas extranjeros

17 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Así como hay madrileños y gentes de Castilla que han llegado a Laxe, Sanxenxo o Viveiro sin ningún problema pese a las restricciones a la movilidad, también ha habido incursiones durante el confinamiento de extranjeros a bordo de barcos de recreo. Pero según explica Javier Ruiz de Cortázar, presidente del Club Náutico de Portonovo y de la asociación gallega de estas instalaciones (Asnauga), han sido escalas motivadas por averías o para surtirse de combustible. De hecho, una de las contadas solicitudes que hubo en los últimos meses para atracar se registró en Camariñas y fue desestimada al responder la Guardia Civil al náutico que el tránsito de barcos de recreo extranjeros no estaba autorizado en el estado de alarma.

Sí lo está desde la madrugada del lunes. No obstante, no se esperan movimientos perceptibles hasta la semana que viene. Muchas instalaciones gallegas desconocen todavía que las fronteras están abiertas y hay países que aún las mantienen cerradas para que salgan sus nacionales. Con todo, los náuticos esperan a los turistas foráneos con los brazos abiertos. «Hemos perdido la Semana Santa, mayo y casi todo junio», dice Ruiz de Cortázar, lo que viene a ser la mitad de la temporada. El presidente de los náuticos gallegos se muestra optimista y cree que este va a ser el estío de la náutica. «Vamos a tener un buen verano, si el tiempo acompaña». Queda la cosa a expensas del clima, porque «con las playas con limitaciones de aforo» y el temor de la gente a las aglomeraciones, el turismo náutico «se presenta como una buena solución». Y rentable, pues, según el presidente de Asnauga, se calcula que cada embarcación que recala en la localidad deja entre 150 y 200 euros al día y solo un 10 % de ese presupuesto se corresponde con los gastos del náutico. El resto se queda en restaurantes, cafeterías, tiendas de alimentación...

De eso puede dar fe Muxía, uno de los puertos que ya ha recibido turistas por mar. Cuatro tripulantes de un velero alemán de unos 14 metros de eslora fueron de los primeros en pisar Galicia tras la apertura de fronteras. Amarraron a última hora del domingo en el Club Náutico de Muxía, pero no podían salir del barco más que para lo básico. El lunes, sí. Cuenta el gerente de la empresa que gestiona la instalación, Marcos Trillo, que se pidieron instrucciones a Capitanía Marítima de A Coruña de cómo actuar y respondieron que se el protocolo del estado de alarma estaba desactivado aunque quedaban en vigor los sanitarios.

La embarcación procedía de la isla San Miguel, en las Azores, tras los 4 o 5 días habituales de navegación. Según explicó, se trataba de un grupo de conocidos de unos 40 y pico años que regresaban del Caribe. Además de reponer provisiones, aprovecharon para darse un homenaje en la villa marinera: «Comeron fóra e viñeron todos contentos. Adoita pasar», dice Marcos Trillo.