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Madrid abre las fronteras de Galicia al dejar entrar turistas en barcos de recreo

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Portos solicitó hace una semana protocolos para estos tránsitos, sin tener respuesta

16 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

España mantendrá cerradas sus fronteras hasta el día 22. A partir de ahí, permitirá entrar a ciudadanos de países pertenecientes al espacio Schengen sin obligarlos a pasar una cuarentena de 15 días. Menos a los portugueses, a quienes no que se les permitirá el paso sin confinamiento hasta el 1 de julio. Habría que matizar, no obstante, que eso atañe a aquellos extranjeros que llegan a la parte española de la Península ibérica por tierra o aire. Por mar es otra cosa. Las fronteras marítimas del Estado están ya levantadas, incluidas las de Galicia. Sus puertos están abiertos a todos los foráneos, independientemente de su país de origen, si es que estos acceden en barcos de recreo: yates, veleros, catamaranes... Menos cruceros, que continúan sin poder arribar a los puertos españoles, cualquier artefacto flotante de la sexta o séptima lista está ya autorizado a hacer escala en marinas, náuticos e instalaciones portuarias. Eso es lo que se deduce de la lectura de la orden publicada el sábado pasado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) que flexibiliza determinadas restricciones de ámbito nacional durante el estado de alarma y establece las unidades territoriales que progresan a la fase 3 del plan para la transición hacia una «nueva normalidad». Esa norma modifica y actualiza las disposiciones dictadas en mayo en materia de ordenación general de la navegación marítima durante la crisis sanitaria para permitir ahora los tránsitos; esto es, «la entrada en un puerto español de buques o embarcaciones de recreo extranjeras aunque no tuvieran su puerto de estancia en España».

Flanco descubierto

Así, mientras el presidente gallego, Alberto Núñez Feijoo, espolea al Gobierno central para que busque fórmulas legales con las que impedir la movilidad entre territorios del Estado que se encuentren en diferente fase de la desescalada, las fronteras marítimas pueden ser franqueadas por los extranjeros cuando supuestamente permanecen cerradas para los navegantes de otras comunidades, mismo la asturiana.

Y se ve la comunidad con ese flanco desprotegido y, lo peor, sin saber cómo actuar, a pesar de que hace ya una semana que la presidenta de Portos de Galicia, Susana Lenguas, se dirigió al director general de la Marina Mercante para interesarse por las previsiones de la desescalada en la náutica para ir elaborando «protocolos administrativos y sanitarios» y que los puertos receptores de esos navegantes pudiesen «trabajar bajo parámetros claros que garanticen el correcto servicio y seguridad sanitaria». Porque si bien sospechaba que el turismo náutico sería el primero en recuperarse, las últimas noticias legislativas que tenía la Xunta eran que, de levantarse las restricciones, «se adoptarán todas las medidas necesarias de control sanitario para evitar que supongan un riesgo para la población de nuestro país». Y se ha levantado la barrera pero no han llegado las instrucciones.

Por su parte, desde Sanidad explican que, desde la fase 3, las comunidades «ya tienen la gobernanza plena y el papel preponderante corresponde a ellas. Va a mantener la forma de trabajo con reuniones periódicas con todas» ellas y también «las bilaterales para dar el apoyo necesario». Asimismo, «cuando finalice el estado de alarma, se levantarán las restricciones de movilidad».