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Galicia exige que la pesca siga siendo la línea roja del acuerdo del «brexit»

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

OLIVIER HOSLET | Efe

Inquieta por la falta de avances, pide una implicación al más alto nivel de Madrid y la UE

11 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras cuatro rondas de negociación -tres entre marzo y mayo y una este mes- y muy pocos avances, Galicia empieza a ponerse nerviosa. Comienza a temer que a Michel Barnier le tiemble el pulso y mueva esa línea roja que para el bloque comunitario constituían los intereses pesqueros de los Veintisiete a la hora de discutir la retirada del Reino Unido tras apostar este con su brexit por la salida de la UE. El negociador británico David Frost, haciendo honor a su apellido, ha dejado helados a los contrarios con su persistencia en negar el acceso a sus aguas a la flota comunitaria a cambio del mercado y, sobre todo, con su pretensión de negociar año a año cada uno de los cien stocks que comparten en el Atlántico.

Y aunque fuentes del sector no comparten el nerviosismo de la Administración, lo cierto es que no ven nada malo en que la Xunta, a través de la conselleira de Mar, Rosa Quintana, haya pedido «unha implicación ao máis alto nivel tanto polo Goberno do Estado como polo Executivo comunitario dada a transcendencia que o sector ten para a economía galega e española». Por eso de no relajar la tensión en las que deberían ser la recta final de un divorcio de culebrón.

Tras reunirse con el sector pesquero de A Coruña, Quintana pidió al Ministerio de Agricultura y Pesca que interceda ante Asuntos Exteriores para presionar y hacer que la defensa de los intereses pesqueros siga siendo esa línea roja que la UE se marcó en el minuto uno tras el vencer el sí en el brexit.

Y en Madrid, a la secretaria general de Pesca, Alicia Villauriz, debían estar chirriándole los oídos, porque ayer mismo recordó a la Dirección General de Asuntos Marítimos y Pesca (DG-Mare) «la gran importancia, tanto social como económica, que tienen la pesca y la acuicultura para España». Lo hizo en el transcurso de la videoconferencia que Villauriz mantuvo con la nueva responsable de ese departamento, la búlgara Charlina Vitcheva, con la que analizó los «principales desafíos del sector pesquero español». El brexit es uno, como también lo es la renovación de determinados acuerdos de pesca de la UE, el reto que supone el relevo generacional o las prioridades de España relativas el nuevo reglamento sobre Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP), actualmente en negociación.

Tercer informe

La conselleira de Mar aprovechó el encuentro con el sector para dar a conocer el tercer informe realizado por el Instituto de Universitario de Estudos Europeos Salvador de Madariaga sobre As relacións pesqueiras entre a Unión Europea e o Reino Unido tralo «brexit». Este augura que la falta de un acuerdo «dificultaría o desembarque dos produtos pesqueiros nos portos de ambas partes e derivaría en trabas administrativas, arancelarias e sanitarias». Así es que el documento insiste en mantener unas relaciones pesqueras semejantes a las actuales, pero enmarcadas en el derecho internacional, garantizando el acceso mutuo a los recursos y al mercado, puesto que «o libre acceso ás augas e portos é indisociable do libre comercio e do acceso dos produtos do mar de Reino Unido ao mercado da UE».